A ocho décadas del asesinato de León Trotsky, las lecciones de la contrarrevolución mundial.

“Es el fin de la revolución, dice Stalin.  (…Por lo que…) la burguesía puede y debe contar ahora con Stalin como un serio aliado, como el jefe de un Estado nacional”[1]

El pasado 20 de agosto de 1940 se conmemoraron los 80 años del asesinato de León Trotsky, por orden de José Stalin, en manos de Ramón Mercader agente soviético del GPU. Es necesario recordar este espantoso crimen como parte de un periodo  de profundización y consolidación de la contrarrevolución capitalista mundial marcado por la derrota de la revolución comunista mundial, por el surgimiento del Fascismo y el Nazismo, el inicio de la segunda carnicería imperialista, y por el triunfo de la contrarrevolución estalinista en Rusia, este triunfo ya había ocurrido bien antes de 1939 y se completa en 1928 (VI Congreso de la IC), que significo la construcción del “socialismo” en un solo país, la hipertrofia de la burocracia estalinista, la destrucción total de las izquierdas comunistas internacionales, los procesos de Moscú, la liquidación del proceso revolucionario abierto por la revolución de Octubre, la liquidación de la revolución mundial y la expansión del modo capitalista de producción en esa área del planeta.

León Trotsky fue un dirigente comunista internacional que ocupó el cargo de Comisario de Asuntos Militares y que encabezó al ejército rojo durante la revolución rusa de 1917. Además, fue Comisario del Pueblo para las relaciones exteriores, (8 de noviembre de 1917 al 13 de marzo de 1918), Comisario del Pueblo para la guerra (13 de marzo al 15 de enero de 1925) y Primer presidente del soviet militar revolucionario de septiembre del 1918 al 15 de enero de 1925.

Trotsky, fue el principal miembro del Politburó después de Lenin ; entre 1926 y 1927, a lo largo de 18 meses, L. Trotsky encabezo, a la Oposición de izquierda, junto con G. Zinóviev y L. Kámenev y la vieja guardia Bolchevique, que lucho al interior del partido en contra de su descomposición y combatió a las corrientes revisionistas y reaccionarias encabezadas por Stalin y Bujarin que proponían la construcción del socialismo en un solo país y el abandono de la perspectiva de la revolución internacional. Tras la derrota de la oposición y el triunfo de la contrarrevolución, Trotsky fue destituido como Comisario del Pueblo del Ejército y de la Flota, y después separado de la dirección del partido y, posteriormente, expulsado en el XV congreso del Partido (diciembre de1927)[2], que condeno a la oposición de izquierda. Y más tarde sería deportado a Kazajistán (Asia Central) y, finalmente, expulsado de la Unión Soviética en 1929.

Después de su expulsión de la URSS en 1929, fue exiliado en la isla de Büyükada, perteneciente a Estambul; tras abandonar Turquía, se instaló en Francia en julio de 1933; en la primavera de 1935, se mudó a Noruega. Durante su exilio Trotsky fue perseguido y calumniado por el Estado Estalinista, vigilado por los Estados Turco, Francés y Noruego, hostigado por los grupos fascista y estalinistas y por los Partidos “comunistas” controlados por el GPU. Aunque, el principal interesado en asesinarlo fue el Estado estalinista, quien se había empeñado en exterminar por medio de su aparato terrorista de represión, a la vanguardia comunista internacional, y en particular a Trotsky.

Este hecho fue evidenciado por Trotsky en los términos siguientes: “En estos últimos años la GPU destruyó a muchos cientos de amigos míos, incluyendo a miembros de mi familia que están en la URSS. En España mataron a mi exsecretario Erwin Wolff y a muchos de mis correligionarios políticos; en París mataron a mi hijo León Sedov, al que los asesinos profesionales de Stalin persiguieron durante dos años. En Lausana la GPU mató a Ignacio Reis, que la había abandonado y se había unido a la Cuarta Internacional. En París los agentes de Stalin asesinaron a otro de mis exsecretarios, Rudolf Klement, cuyo cuerpo se encontró en el Sena con la cabeza, las manos y las piernas cortadas. Esta lista podría continuar interminablemente.”[3] 

León Trotsky denunció en ese momento que: “La burocracia de Moscú cuenta en todo el mundo con una inmensa cantidad de agentes para mantener su autoridad en el extranjero, para aparecer como representante de la clase obrera y defensora del socialismo, y mantener bajo su férula a la clase obrera mundial. Con ese fin gasta decenas de millones de dólares por año. Muchos de estos agentes secretos son dirigentes del movimiento obrero, funcionarios sindicales o de los llamados partidos “comunistas”, que de hecho no tienen nada que ver con el comunismo. La tarea de estos agentes pagados por el Kremlin consiste en engañar a los trabajadores presentando los crímenes de la burocracia soviética como “actos en defensa del socialismo”, calumniando a los obreros rusos avanzados que luchan contra la burocracia y tachando de “fascistas” a los verdaderos defensores de los obreros”[4].

También, Trotsky explico el funcionamiento del GPU en el mundo como brazo terrorista del Kremlin: “El esquema general de la organización de la GPU en el extranjero es el siguiente: en el Comité Central de cada sección de la Comintern hay un director responsable de la GPU para ese país. Los únicos que conocen su situación son el secretario del partido y uno de sus miembros de confianza. Los demás miembros del Comité Central no tienen más que indicios leves del cargo especial que ocupa esa persona. No tengo datos específicos sobre el funcionamiento de esta actividad en México. Pero no hay razones para poner en duda que México no es una excepción en lo que se refiere a los métodos organizativos de la GPU. Como miembro del Comité Central, el representante de la GPU en el país tiene la posibilidad de relacionarse de manera plenamente legal con todos los miembros del partido, estudiar sus características, confiarles comisiones y arrastrarlos poco a poco al trabajo de espionaje y terrorismo, a veces apelando a la lealtad partidaria y otras al soborno” [5]

En 1936 el gobierno de México le concedió el asilo político a L. Trotsky, y desde su llegada el 9 de enero de 1937 fue víctima de campañas de desprestigio y desinformación por parte de la red de agentes del GPU de ese país, que estaba articulaba en torno a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), conformada por sindicatos del partido en el poder el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), y al Partido “Comunista” Mexicano. Los ejes de estas campañas instrumentadas desde el Kremlin, residían en acusarlo de realizar un “complot terrorista” en contra de “la patria del socialismo” y de ser aliado del nazismo.

En su momento, Trotsky señalo que los principales agentes de la red del GPU en México eran:

•           “Lombardo Toledano, el Secretario general de la CTM, (…) uno de los más celosos y desvergonzados agentes de la burocracia de Moscú. […Cuya…] despreciable actividad se desarrolla ante los ojos de todo el mundo. Defiende a Stalin, su violencia y sus traiciones, a sus provocadores y a sus verdugos”[6].

•           Hernán Laborde, dirigente del llamado Partido “Comunista” Mexicano que acuso a Trotsky de haberse “aliado secretamente con el general Cedillo y Vasconcelos, (…para…) dar un golpe de estado fascista. Laborde, (…) agente de la GPU (..tenía )que seguir las órdenes de su patrón. No hacerlo significaría que el partido de Laborde perdería inmediatamente los subsidios de Moscú y se derrumbaría como un mazo de naipes.”[7]

El Régimen estalinista, después “de la participación (…) verdaderamente asesina de la GPU” en la guerra civil Española  “envió agentes de la GPU a México desde Francia y Estados Unidos”.  “El estallido de la guerra agravó todavía más la situación a causa de […la…] lucha irreconciliable […de Trotsky…]contra la política exterior e interna del Kremlin. [ Sobre todo sus…] declaraciones y artículos sobre el desmembramiento de Polonia, la invasión a Finlandia, la debilidad del Ejército Rojo encabezado por Stalin, etcétera, se reprodujeron en todos los países del mundo, en decenas de millones de ejemplares. Aumenta el descontento dentro de la URSS.”[8]

Desde su llegada a México Trotsky sufrió dos atentados, el primero de ellos ocurrido en mayo de 1940, durante la madrugada perpetrado por un comando armado de veinte hombres militantes del Partido “Comunista” Mexicano, entre los que se encontraba el agente del GPU David Alfaro Siqueiros[9]. Y el segundo tuvo lugar el 20 de agosto de 1940, que le costó la vida.

León Trotsky – junto con V.I. Lenin, Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht, A. Bordiga, etc. – fue un dirigente comunista indiscutible de la revolución comunista internacional, y fue parte de la vanguardia del proletariado internacional que dirigió la última oleada revolucionaria mundial, que encarnó un potente proceso de unificación del proletariado mundial y que culminó con la constitución de la IIIa Internacional, última expresión del partido formal del proletariado.

Trotsky, la vanguardia del partido bolchevique, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, sucumbieron ante los embates de la contrarrevolución capitalista mundial; los primeros fueron asesinados por el régimen contrarrevolucionario estalinista y los segundos fueron asesinados por la socialdemocracia alemana después de la revolución alemana de noviembre de 1918.

Por lo que el triunfo de la contrarrevolución estalinista en Rusia significó la muerte de la revolución rusa, el fin de la oleada revolucionaria mundial y el desarrollo necesario del modo de capitalista de producción en esa área del planeta, en concordancia con los intereses de la burguesía mundial. En este periodo “Stalin no rompe solamente de modo sangriento con el bolchevismo, con todas sus tradiciones y su pasado, […sino que… ] se esfuerza también para arrastrar al bolchevismo (… al comunismo…) y a la Revolución de Octubre por el lodo. Y (…) lo hace en interés de la reacción mundial y (…quiere mostrar a…) la burguesía mundial que ha roto con la revolución mundial, que ella puede contar con él, (…) para dirigir un Estado nacional” (Sedov, 2006, pág. 18). Por lo que el régimen contrarrevolucionario estalinista se abocó a construir un Estado nacional ruso promotor de la expansión del modo capitalista de producción, a costa del exterminio y la sangre del proletariado internacional y su vanguardia comunista internacional.

Es indudable que León Trotsky fue un gran dirigente comunista, un gran marxista como lo fue Lenin, Luxemburgo, Bordiga, sin embargo, no estuvo exento errores teóricos y de táctica que impidieron la reorganización del proletariado en partido formal.

“Los errores de táctica impidieron la reorganización del proletariado en partido comunista. Fueron los errores del frente único, de una visión demasiado “apresurada”, lo que impidió al proletariado ruso contar con la ayuda del proletariado mundial. (…) Sobre estos errores se injertó la teoría de la contrarrevolución. (….) La contrarrevolución triunfó bajo la máscara de la revolución. Para triunfar en este caso no basta con ponerse en el terreno de los dirigentes rusos (error de Trotsky). La cuestión rusa no debe considerarse la cuestión central. La validez del marxismo de ninguna manera dependió del éxito o no de la revolución”[10]

En el Programa de transición Trotsky señaló que la situación en ese momento se caracterizaba por ser una crisis histórica de la dirección del proletariado[11], por lo que pretendió unificar de manera voluntarista al proletariado mundial creando una internacional artificial (la IV Internacional), sin considerar las tendencias prevalecientes en el mundo hacia la atomización y la pulverización del proletariado como partido independiente. Y poniendo a la cuestión rusa como eje de la actividad de los comunistas.

 Después de su asesinato estos errores, teóricos y tácticos, le dieron forma a una nueva deformación revisionista del marxismo científico llamada Trotskismo; movimiento oportunista y desviacionista que se desarrolló sobre todo después de la segunda guerra mundial y que sentó las bases de una concepción socialista pequeña burguesa.

¡Larga vida al camarada Trotsky, a los dirigentes Bolcheviques y comunistas que fueron masacrados vilmente por el Estado estalinista contrarrevolucionario y el capital internacional!

¡Por la revolución comunista internacional!


[1] Sedov, L. (2006). El libro rojo. Thomas guinta /Trostky memorial trust y Federico Engels., pág.18.

[2] Bordiga, A. (1975). Structure Économique et Sociales de la Russie d´Aujourd´hui -III. L’Université du Québec à Chicoutimi: l’Université du Québec à Chicoutimi.

[3] León Trotsky, Stalin quiere mi muerte, 8 de junio de 1940. Artículo publicado en Cuarta Internacional, agosto de 1941. Varios párrafos de este artículo, que no se publicó hasta después de la muerte de Trotsky, fueron repetidos palabra por palabra en un artículo posterior, «La Comintern y la GPU», que Trotsky completó tres días antes de su asesinato.

[4] ¿Qué significa la lucha contra el “trotskismo”? Publicado en 1935 por la sección mexicana de la Cuarta Internacional y traducido del español [al inglés] para este volumen [de la edición norteamericana] por Will Reissner.

[5]León Trotsky, Carta al fiscal general de México, 27 de mayo de 1940

[6] León Trotsky, ¿Qué significa la lucha contra el trotskismo? (Sobre Lombardo Toledano y otros agentes de la GPU) 9 de octubre de 1938

[7] León Trotsky, ¿Qué significa la lucha contra el trotskismo? (Sobre Lombardo Toledano y otros agentes de la GPU) 9 de octubre de 1938

[8] León Trotsky, Stalin quiere mi muerte, 8 de junio de 1940. Artículo publicado en Cuarta Internacional, agosto de 1941. Varios párrafos de este artículo, que no se publicó hasta después de la muerte de Trotsky, fueron repetidos palabra por palabra en un artículo posterior, «La Comintern y la GPU», que Trotsky completó tres días antes de su asesinato.

[9] Está documentado históricamente que David Alfaro Siqueiros, agente del GPU, participo de manera activa en el atentado en contra de la vida de Trotsky en complicidad con el poeta Pablo Neruda, quien le ayudo a salir de México.

 David Alfaro Siqueiros fue un rabioso militante estalinista, que participo en la Guerra Civil española bajo el comando del conocido estalinista Enrique Lister, el asesino de internacionalistas, Anarquistas y Trotskistas.  Tras su regreso a México, después de la derrota de la república española, la noche del 24 de mayo de 1940 encabezó, junto con un sequito de una veintena de militantes del Partido Comunista Mexicano, un asalto a la residencia de León Trotsky ubicada en la avenida Viena en Coyoacán, Ciudad de México. Después de estar prófugo de la justicia, el 4 de octubre fue capturado y remitido a la prisión de Lecumberri por el general Sánchez Salazar, y en abril de 1941 fue puesto en libertad bajo fianza, con la complicidad del Partido Comunista mexicano.

Pablo Neruda (agente del GPU), entonces Cónsul General de Chile en México le proporcionó una visa para ir a Chile, y el 5 de mayo huyó en avión a la ciudad chilena de Chillán para no ser encarcelado. Se sospechaba que Neruda permitió que los estalinistas del Partido Comunista Mexicano se disfrazaran de policías en su casa antes del atentado. La investigación policiaca demostró que Siqueiros estuvo en contacto con Ramón Mercader (o Jackson Mornard), quien asesino a Trotsky el 20 de agosto de 1940.

[10] Bordiga, A. (Juin de 1990). Origine et fonction de la forme parti. (J. Camatte, Ed.) Invariance, 48., pág. 24.

[11] Trotsky, L. (1930). Programme de transition : l’agonie du capitalisme et les tâches de la IVème internationales.