A ocho décadas del asesinato de León Trotsky, las lecciones de la contrarrevolución mundial.

“Es el fin de la revolución, dice Stalin.  (…Por lo que…) la burguesía puede y debe contar ahora con Stalin como un serio aliado, como el jefe de un Estado nacional”[1]

El pasado 20 de agosto de 1940 se conmemoraron los 80 años del asesinato de León Trotsky, por orden de José Stalin, en manos de Ramón Mercader agente soviético del GPU. Es necesario recordar este espantoso crimen como parte de un periodo  de profundización y consolidación de la contrarrevolución capitalista mundial marcado por la derrota de la revolución comunista mundial, por el surgimiento del Fascismo y el Nazismo, el inicio de la segunda carnicería imperialista, y por el triunfo de la contrarrevolución estalinista en Rusia, este triunfo ya había ocurrido bien antes de 1939 y se completa en 1928 (VI Congreso de la IC), que significo la construcción del “socialismo” en un solo país, la hipertrofia de la burocracia estalinista, la destrucción total de las izquierdas comunistas internacionales, los procesos de Moscú, la liquidación del proceso revolucionario abierto por la revolución de Octubre, la liquidación de la revolución mundial y la expansión del modo capitalista de producción en esa área del planeta.

León Trotsky fue un dirigente comunista internacional que ocupó el cargo de Comisario de Asuntos Militares y que encabezó al ejército rojo durante la revolución rusa de 1917. Además, fue Comisario del Pueblo para las relaciones exteriores, (8 de noviembre de 1917 al 13 de marzo de 1918), Comisario del Pueblo para la guerra (13 de marzo al 15 de enero de 1925) y Primer presidente del soviet militar revolucionario de septiembre del 1918 al 15 de enero de 1925.

Trotsky, fue el principal miembro del Politburó después de Lenin ; entre 1926 y 1927, a lo largo de 18 meses, L. Trotsky encabezo, a la Oposición de izquierda, junto con G. Zinóviev y L. Kámenev y la vieja guardia Bolchevique, que lucho al interior del partido en contra de su descomposición y combatió a las corrientes revisionistas y reaccionarias encabezadas por Stalin y Bujarin que proponían la construcción del socialismo en un solo país y el abandono de la perspectiva de la revolución internacional. Tras la derrota de la oposición y el triunfo de la contrarrevolución, Trotsky fue destituido como Comisario del Pueblo del Ejército y de la Flota, y después separado de la dirección del partido y, posteriormente, expulsado en el XV congreso del Partido (diciembre de1927)[2], que condeno a la oposición de izquierda. Y más tarde sería deportado a Kazajistán (Asia Central) y, finalmente, expulsado de la Unión Soviética en 1929.

Después de su expulsión de la URSS en 1929, fue exiliado en la isla de Büyükada, perteneciente a Estambul; tras abandonar Turquía, se instaló en Francia en julio de 1933; en la primavera de 1935, se mudó a Noruega. Durante su exilio Trotsky fue perseguido y calumniado por el Estado Estalinista, vigilado por los Estados Turco, Francés y Noruego, hostigado por los grupos fascista y estalinistas y por los Partidos “comunistas” controlados por el GPU. Aunque, el principal interesado en asesinarlo fue el Estado estalinista, quien se había empeñado en exterminar por medio de su aparato terrorista de represión, a la vanguardia comunista internacional, y en particular a Trotsky.

Este hecho fue evidenciado por Trotsky en los términos siguientes: “En estos últimos años la GPU destruyó a muchos cientos de amigos míos, incluyendo a miembros de mi familia que están en la URSS. En España mataron a mi exsecretario Erwin Wolff y a muchos de mis correligionarios políticos; en París mataron a mi hijo León Sedov, al que los asesinos profesionales de Stalin persiguieron durante dos años. En Lausana la GPU mató a Ignacio Reis, que la había abandonado y se había unido a la Cuarta Internacional. En París los agentes de Stalin asesinaron a otro de mis exsecretarios, Rudolf Klement, cuyo cuerpo se encontró en el Sena con la cabeza, las manos y las piernas cortadas. Esta lista podría continuar interminablemente.”[3] 

León Trotsky denunció en ese momento que: “La burocracia de Moscú cuenta en todo el mundo con una inmensa cantidad de agentes para mantener su autoridad en el extranjero, para aparecer como representante de la clase obrera y defensora del socialismo, y mantener bajo su férula a la clase obrera mundial. Con ese fin gasta decenas de millones de dólares por año. Muchos de estos agentes secretos son dirigentes del movimiento obrero, funcionarios sindicales o de los llamados partidos “comunistas”, que de hecho no tienen nada que ver con el comunismo. La tarea de estos agentes pagados por el Kremlin consiste en engañar a los trabajadores presentando los crímenes de la burocracia soviética como “actos en defensa del socialismo”, calumniando a los obreros rusos avanzados que luchan contra la burocracia y tachando de “fascistas” a los verdaderos defensores de los obreros”[4].

También, Trotsky explico el funcionamiento del GPU en el mundo como brazo terrorista del Kremlin: “El esquema general de la organización de la GPU en el extranjero es el siguiente: en el Comité Central de cada sección de la Comintern hay un director responsable de la GPU para ese país. Los únicos que conocen su situación son el secretario del partido y uno de sus miembros de confianza. Los demás miembros del Comité Central no tienen más que indicios leves del cargo especial que ocupa esa persona. No tengo datos específicos sobre el funcionamiento de esta actividad en México. Pero no hay razones para poner en duda que México no es una excepción en lo que se refiere a los métodos organizativos de la GPU. Como miembro del Comité Central, el representante de la GPU en el país tiene la posibilidad de relacionarse de manera plenamente legal con todos los miembros del partido, estudiar sus características, confiarles comisiones y arrastrarlos poco a poco al trabajo de espionaje y terrorismo, a veces apelando a la lealtad partidaria y otras al soborno” [5]

En 1936 el gobierno de México le concedió el asilo político a L. Trotsky, y desde su llegada el 9 de enero de 1937 fue víctima de campañas de desprestigio y desinformación por parte de la red de agentes del GPU de ese país, que estaba articulaba en torno a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), conformada por sindicatos del partido en el poder el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), y al Partido “Comunista” Mexicano. Los ejes de estas campañas instrumentadas desde el Kremlin, residían en acusarlo de realizar un “complot terrorista” en contra de “la patria del socialismo” y de ser aliado del nazismo.

En su momento, Trotsky señalo que los principales agentes de la red del GPU en México eran:

•           “Lombardo Toledano, el Secretario general de la CTM, (…) uno de los más celosos y desvergonzados agentes de la burocracia de Moscú. […Cuya…] despreciable actividad se desarrolla ante los ojos de todo el mundo. Defiende a Stalin, su violencia y sus traiciones, a sus provocadores y a sus verdugos”[6].

•           Hernán Laborde, dirigente del llamado Partido “Comunista” Mexicano que acuso a Trotsky de haberse “aliado secretamente con el general Cedillo y Vasconcelos, (…para…) dar un golpe de estado fascista. Laborde, (…) agente de la GPU (..tenía )que seguir las órdenes de su patrón. No hacerlo significaría que el partido de Laborde perdería inmediatamente los subsidios de Moscú y se derrumbaría como un mazo de naipes.”[7]

El Régimen estalinista, después “de la participación (…) verdaderamente asesina de la GPU” en la guerra civil Española  “envió agentes de la GPU a México desde Francia y Estados Unidos”.  “El estallido de la guerra agravó todavía más la situación a causa de […la…] lucha irreconciliable […de Trotsky…]contra la política exterior e interna del Kremlin. [ Sobre todo sus…] declaraciones y artículos sobre el desmembramiento de Polonia, la invasión a Finlandia, la debilidad del Ejército Rojo encabezado por Stalin, etcétera, se reprodujeron en todos los países del mundo, en decenas de millones de ejemplares. Aumenta el descontento dentro de la URSS.”[8]

Desde su llegada a México Trotsky sufrió dos atentados, el primero de ellos ocurrido en mayo de 1940, durante la madrugada perpetrado por un comando armado de veinte hombres militantes del Partido “Comunista” Mexicano, entre los que se encontraba el agente del GPU David Alfaro Siqueiros[9]. Y el segundo tuvo lugar el 20 de agosto de 1940, que le costó la vida.

León Trotsky – junto con V.I. Lenin, Rosa Luxemburgo, Karl Liebknecht, A. Bordiga, etc. – fue un dirigente comunista indiscutible de la revolución comunista internacional, y fue parte de la vanguardia del proletariado internacional que dirigió la última oleada revolucionaria mundial, que encarnó un potente proceso de unificación del proletariado mundial y que culminó con la constitución de la IIIa Internacional, última expresión del partido formal del proletariado.

Trotsky, la vanguardia del partido bolchevique, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, sucumbieron ante los embates de la contrarrevolución capitalista mundial; los primeros fueron asesinados por el régimen contrarrevolucionario estalinista y los segundos fueron asesinados por la socialdemocracia alemana después de la revolución alemana de noviembre de 1918.

Por lo que el triunfo de la contrarrevolución estalinista en Rusia significó la muerte de la revolución rusa, el fin de la oleada revolucionaria mundial y el desarrollo necesario del modo de capitalista de producción en esa área del planeta, en concordancia con los intereses de la burguesía mundial. En este periodo “Stalin no rompe solamente de modo sangriento con el bolchevismo, con todas sus tradiciones y su pasado, […sino que… ] se esfuerza también para arrastrar al bolchevismo (… al comunismo…) y a la Revolución de Octubre por el lodo. Y (…) lo hace en interés de la reacción mundial y (…quiere mostrar a…) la burguesía mundial que ha roto con la revolución mundial, que ella puede contar con él, (…) para dirigir un Estado nacional” (Sedov, 2006, pág. 18). Por lo que el régimen contrarrevolucionario estalinista se abocó a construir un Estado nacional ruso promotor de la expansión del modo capitalista de producción, a costa del exterminio y la sangre del proletariado internacional y su vanguardia comunista internacional.

Es indudable que León Trotsky fue un gran dirigente comunista, un gran marxista como lo fue Lenin, Luxemburgo, Bordiga, sin embargo, no estuvo exento errores teóricos y de táctica que impidieron la reorganización del proletariado en partido formal.

“Los errores de táctica impidieron la reorganización del proletariado en partido comunista. Fueron los errores del frente único, de una visión demasiado “apresurada”, lo que impidió al proletariado ruso contar con la ayuda del proletariado mundial. (…) Sobre estos errores se injertó la teoría de la contrarrevolución. (….) La contrarrevolución triunfó bajo la máscara de la revolución. Para triunfar en este caso no basta con ponerse en el terreno de los dirigentes rusos (error de Trotsky). La cuestión rusa no debe considerarse la cuestión central. La validez del marxismo de ninguna manera dependió del éxito o no de la revolución”[10]

En el Programa de transición Trotsky señaló que la situación en ese momento se caracterizaba por ser una crisis histórica de la dirección del proletariado[11], por lo que pretendió unificar de manera voluntarista al proletariado mundial creando una internacional artificial (la IV Internacional), sin considerar las tendencias prevalecientes en el mundo hacia la atomización y la pulverización del proletariado como partido independiente. Y poniendo a la cuestión rusa como eje de la actividad de los comunistas.

 Después de su asesinato estos errores, teóricos y tácticos, le dieron forma a una nueva deformación revisionista del marxismo científico llamada Trotskismo; movimiento oportunista y desviacionista que se desarrolló sobre todo después de la segunda guerra mundial y que sentó las bases de una concepción socialista pequeña burguesa.

¡Larga vida al camarada Trotsky, a los dirigentes Bolcheviques y comunistas que fueron masacrados vilmente por el Estado estalinista contrarrevolucionario y el capital internacional!

¡Por la revolución comunista internacional!


[1] Sedov, L. (2006). El libro rojo. Thomas guinta /Trostky memorial trust y Federico Engels., pág.18.

[2] Bordiga, A. (1975). Structure Économique et Sociales de la Russie d´Aujourd´hui -III. L’Université du Québec à Chicoutimi: l’Université du Québec à Chicoutimi.

[3] León Trotsky, Stalin quiere mi muerte, 8 de junio de 1940. Artículo publicado en Cuarta Internacional, agosto de 1941. Varios párrafos de este artículo, que no se publicó hasta después de la muerte de Trotsky, fueron repetidos palabra por palabra en un artículo posterior, «La Comintern y la GPU», que Trotsky completó tres días antes de su asesinato.

[4] ¿Qué significa la lucha contra el “trotskismo”? Publicado en 1935 por la sección mexicana de la Cuarta Internacional y traducido del español [al inglés] para este volumen [de la edición norteamericana] por Will Reissner.

[5]León Trotsky, Carta al fiscal general de México, 27 de mayo de 1940

[6] León Trotsky, ¿Qué significa la lucha contra el trotskismo? (Sobre Lombardo Toledano y otros agentes de la GPU) 9 de octubre de 1938

[7] León Trotsky, ¿Qué significa la lucha contra el trotskismo? (Sobre Lombardo Toledano y otros agentes de la GPU) 9 de octubre de 1938

[8] León Trotsky, Stalin quiere mi muerte, 8 de junio de 1940. Artículo publicado en Cuarta Internacional, agosto de 1941. Varios párrafos de este artículo, que no se publicó hasta después de la muerte de Trotsky, fueron repetidos palabra por palabra en un artículo posterior, «La Comintern y la GPU», que Trotsky completó tres días antes de su asesinato.

[9] Está documentado históricamente que David Alfaro Siqueiros, agente del GPU, participo de manera activa en el atentado en contra de la vida de Trotsky en complicidad con el poeta Pablo Neruda, quien le ayudo a salir de México.

 David Alfaro Siqueiros fue un rabioso militante estalinista, que participo en la Guerra Civil española bajo el comando del conocido estalinista Enrique Lister, el asesino de internacionalistas, Anarquistas y Trotskistas.  Tras su regreso a México, después de la derrota de la república española, la noche del 24 de mayo de 1940 encabezó, junto con un sequito de una veintena de militantes del Partido Comunista Mexicano, un asalto a la residencia de León Trotsky ubicada en la avenida Viena en Coyoacán, Ciudad de México. Después de estar prófugo de la justicia, el 4 de octubre fue capturado y remitido a la prisión de Lecumberri por el general Sánchez Salazar, y en abril de 1941 fue puesto en libertad bajo fianza, con la complicidad del Partido Comunista mexicano.

Pablo Neruda (agente del GPU), entonces Cónsul General de Chile en México le proporcionó una visa para ir a Chile, y el 5 de mayo huyó en avión a la ciudad chilena de Chillán para no ser encarcelado. Se sospechaba que Neruda permitió que los estalinistas del Partido Comunista Mexicano se disfrazaran de policías en su casa antes del atentado. La investigación policiaca demostró que Siqueiros estuvo en contacto con Ramón Mercader (o Jackson Mornard), quien asesino a Trotsky el 20 de agosto de 1940.

[10] Bordiga, A. (Juin de 1990). Origine et fonction de la forme parti. (J. Camatte, Ed.) Invariance, 48., pág. 24.

[11] Trotsky, L. (1930). Programme de transition : l’agonie du capitalisme et les tâches de la IVème internationales.

Frente a la crisis sanitaria, la respuesta autónoma del proletariado internacional

A lo largo de su historia, la especie humana ha sufrido muchas epidemias devastadoras, por ejemplo, las enfermedades epidémicas que tuvieron lugar en el Neolítico, la peste de Atenas, la epidemia de la viruela en el Imperio Romano y Egipto, la peste negra en la Edad Media, la gripe española, el tifus durante la revolución rusa, etc. Si las comunidades primitivas experimentaron enfermedades contagiosas, el contagio se mantuvo limitado por el relativo aislamiento de las comunidades. Sin embargo, desde el periodo neolítico, con la domesticación de los animales ha cambiado la relación de las pandemias con la especie humana. El crecimiento de la productividad agrícola permitió la creación de ciudades, la diferenciación social se exacerbo y con ello la formación de clases sociales con intereses antagónicos. Entonces, la aparición de epidemias se relaciona con las sociedades de clase en donde los intereses inmediatos de las clases dominantes se convirtieron en el motor de la producción, sin preocuparse en las consecuencias indirectas y futuras de sus acciones sobre la naturaleza. Sin embargo, la epidemia actual no es un fenómeno específico del modo de producción capitalista, sino que más bien éste amplifico dramáticamente sus efectos en el conjunto del planeta.

Esta epidemia revela, a los ojos de todos, la negligencia e incompetencia de las burguesías nacionales de todos los países para dominar la situación. En lugar de la coordinación global… la competencia, la presión, las mentiras de los Estados burgueses, y la impotencia total de las organizaciones internacionales, que supuestamente representan «el interés común y la solidaridad de las naciones» (OMS, ONU …). A pesar del inmenso avance en medicina en los siglos XX y XXI, en la mayoría de los países, el proletariado ha sido testigo de la incapacidad de la burguesía para administrar el sistema de salud y asumir racionalmente la protección de las poblaciones. Todos los gobiernos, cualesquiera que sean sus orientaciones ideológicas, buscan en primer lugar, preservar las relaciones sociales y políticas que garantizan la exacción máxima de la plusvalía, y la sumisión del proletariado al orden burgués. Bajo el pretexto de salvaguardar la salud de las poblaciones se han aplicado medidas de excepción que preparan al mismo tiempo, y en gran escala, disposiciones duraderas para empeorar las condiciones de existencia de estas poblaciones en términos de ingresos, tiempo de trabajo y desempleo. Medidas, que implican una regresión en términos de libertades democráticas. Incluso desde antes del episodio del coronavirus, cuando la lucha de clases se intensifico a escala mundial, la clase dominante ha desarrollado nuevos métodos de dominación sobre el proletariado, y ha tomado la iniciativa para que el proletariado pague los costos de esta crisis, haciendo todo lo posible para desmovilizarlo y contrarrestar sus reacciones clase.

Esta epidemia estalló al final del ciclo económico más largo de la historia moderna del modo de capitalista de producción. En ese momento la sociedad burguesa se encontraba preñada por una nueva crisis latente de sobreproducción, más amenazante aún que la del 2008 al 2009. Ante esta perspectiva, las burguesías de los países capitalistas avanzados utilizaron, mucho antes del estallido de la crisis sanitaria, todo su arsenal de instrumentos de política monetaria y fiscal para tratar de contenerla. La crisis epidémica se produjo antes de la eclosión de la crisis de sobreproducción, y precipito prematuramente la desvalorización de una parte del capital. Una gran parte de la producción y circulación de bienes se detuvo repentinamente, y el capital ficticio cayo considerablemente. Sin embargo, es necesario evaluar hasta qué punto la crisis actual puede desembocar en una crisis de sobreproducción, que la burguesía buscará cubrir con un velo sanitario, o en su defecto observar si las desvalorizaciones del capital hasta hoy realizadas la van a diferir.

De todos modos, ¿quién pagará la factura del endeudamiento sin precedentes de los Estados que entraron en pánico ante la idea del colapso de la sociedad burguesa? Principalmente el proletariado, quien va a estar sujeto aún más a la explotación para valorizar al capital, que está fuertemente desvalorizado por la crisis, produciendo un máximo de plusvalía a fin de reembolsar la deuda pública.

Indudablemente, en las grandes crisis mundiales se desnuda el carácter trágico de la división de clases. En estos momentos se revelan los límites históricos del modo capitalista de producción (MCP) que ha llegado a su término, como el último modo de producción basado en las clases sociales. Y se pone de manifiesto el único objetivo que tiene sentido frente a las consecuencias de la dominación del MCP es decir la necesidad histórica de su derrocamiento por parte de la clase explotada, o sea proletariado mundial. Sin embargo, desde su derrota en la década de 1920, el proletariado ha desaparecido como una clase independiente. Y si, posteriormente, pudo emerger en el seno de revoluciones que no rebasaban los limites burgueses, a pesar de su radicalidad, nunca logró afirmarse como una clase.

Por supuesto, la capacidad política del proletariado depende de las circunstancias, de su grado de preparación y de su energía para organizarse de manera independiente a escala internacional. Sin embargo, su capacidad histórica es permanente, porque está incrustada en el corazón mismo de la relación social que caracteriza al modo capitalista producción.

 Cuando la correlación de fuerza es desfavorable, para preservar su capacidad el proletariado debe encontrar bajo la bandera de la revolución en permanencia un medio de cooperación internacional que le permita defenderse de la mejor manera para proteger sus condiciones de existencia. Mientras se prepara para formar un partido político independiente y opuesto a todos los demás partidos en la sociedad burguesa.

Por lo tanto, para el proletariado mundial la crisis epidemiológica mundial es una circunstancia potencialmente favorable, ya que arroja simultáneamente a los proletarios de todos los países a una situación social y política común, que favorece la convergencia internacional de sus intereses comunes. En este sentido, las reivindicaciones que a continuación presentamos reflejan en estos momentos estos intereses. También creemos que estas reivindicaciones generales pueden formularse de una manera más específica y precisa en cada país en función de sus realidades políticas y sociales. Sin embargo, a pesar de que estas demandas están circunscritas en el marco de la producción capitalista, de la democracia social; su radicalización bajo la consigna de la revolución en permanencia puede dar pie a una presión social creciente y a las movilizaciones cuyo objetivo sea su satisfacción, lo puede llevar a un terreno de acción más general que permita al proletariado iniciar un proceso más de reapropiación de su capacidad política autónoma

Por ello proponemos a continuación una serie de reivindicaciones que en la coyuntura actual pueden favorecer la solidaridad internacional del Proletariado.

REIVINDICACIONES COMUNES

Defensa del salario, compensación por desempleo, pensiones de jubilación. Ingresos de base garantizados a los desempleados y otras poblaciones sin recursos, regularización de migrantes indocumentados, reducción del tiempo de trabajo sin reducción de salarios.

Sabiendo que la abolición del trabajo asalariado constituye el objetivo final del proletariado, como clase revolucionaria, su lucha especifica inmediata es la lucha por el salario. Pero el salario es sólo el precio de la fuerza de trabajo que cambia en torno a su valor, en función de la oferta y la demanda. El valor de esta mercancía también cambia con el tiempo de trabajo necesario para su producción y contiene un elemento histórico y moral esencial, producto de las luchas encarnizadas del proletariado en contra de los ataques constantes del capital.

Durante las crisis de sobreproducción, se contrae la demanda de todos los productos básicos, y existe una tendencia hacia la caída del salario inducida por el aumento de la sobrepoblación relativa y por las presiones ejercidas sobre la fuerza laboral activa.

Exigir el mantenimiento del salario durante la crisis sanitaria actual -que precipitó prematuramente la devaluación de una parte del capital- es obligar al capital a retroceder en su tendencia permanente a mantener un salario por debajo del valor de la fuerza laboral, y a contener su embestida en contra del salario en nombre de la pandemia en numerosos sectores de varios países. Esta crisis arrojo al desempleo parcial o total a millones de proletarios, y lanzo a fracciones completas de las clases medias más pauperizadas al ejercito industrial de reserva.

Contrariamente a las reivindicaciones exigidas por los partidos burgueses y pequeñoburgueses de la izquierda democrática, de «más justicia social» o «mejor distribución de la riqueza»; la batalla por el salario le permite al proletariado defender sus condiciones de existencia de manera independiente y al margen de las otras clases de la sociedad, y lo prepara para la realización de una amplia acción política independiente junto con sus hermanos de clase a escala internacional.

Autonomía en la gestión de las cotizaciones sociales (salario indirecto), acceso gratuito a la atención médica, control de los servicios de salud por parte del proletariado.

Los asalariados y la clase trabajadora son los que financian integralmente los sistemas de seguridad social existentes en los diferentes países del mundo, con diversos grados de protección. La clase capitalista -es decir las grandes empresas y sobre todo los pequeños y medianos capitalistas- protesta regularmente contra lo que llaman “cargos», junto con sus contadores. Y de manera constante exigen estar exentos del pago de las cotizaciones sociales, lo que constituye una presión permanente por parte de esta clase para reducir los salarios indirectos.

En varios países los sistemas de seguridad social están administrados de manera conjunta por los representantes de los capitalistas, de los trabajadores y del Estado, en una lógica de conciliación en favor del capital.  En todas partes, el Estado es llamado para cubrir los déficits de la seguridad social e intervenir cada vez más en su administración, para reducir los beneficios y las cotizaciones del capital, y desviar los fondos de la seguridad social hacia otros rubros del presupuesto público. Por lo que, estos mecanismos tienden a ocultar el hecho que las contribuciones sociales proceden únicamente de los salarios, al presentarlos como si provinieran únicamente de los impuestos recaudados sobre el capital.

Consideramos que la gestión autónoma exclusiva de las contribuciones sociales por parte de los representantes del proletariado deberá de ser una reivindicación prioritaria, ya que le garantizará a la población proletaria y sin recursos el acceso pleno a los servicios sociales como salud, agua potable, saneamiento, seguridad alimentaria, etc.

Medidas de protección a la salud en los lugares de trabajo y el transporte público.

Ciertamente, el virus SRAS-Cov2, cuando busca un huésped humano, no distingue entre las células de los burgueses y las de los proletarios. Esta es una de las principales razones por las que la burguesía se preocupa por las epidemias; situación que es aprovechada por los gobiernos burgueses para hacer llamados en favor de la unión nacional como si el virus estuviera por encima de las clases, cuestión que no es evidente.

Las clases movilizadas en la lucha contra la epidemia (diversos equipos de personal sanitario) y aquellas que deben dedicarse a la producción material de las mercancías esenciales para evitar el colapso de la sociedad (alimentación, energía, transporte, comunicaciones, …) y también los que representan al Estado burgués para hacer cumplir sus leyes (policía en particular) se encuentran mucho más expuestos que aquellos que están confinados.

Como parte de esta población sobreexpuesta, el proletariado es el más desfavorecido ya que es mayoritario y el menos protegido; debido a que suelen habitar en las grandes ciudades y sus suburbios, en barrios miserables y sobrepoblados y en viviendas reducidas, situación que favorece la promiscuidad y los coloca en primera línea en el uso cotidiano de los transportes públicos que están abarrotados en las horas pico.

Ademas, las medidas de confinamiento aplicadas en los diferentes países buscan proteger sobre todo a las clases más acomodadas, en la medida en que su actividad está ligada al teletrabajo (o empleo digital). Mientras que los trabajadores de la industria, del transporte, de la logística, de la construcción civil, de los supermercados, etc. están cínicamente expuestos, puesto que sus actividades no son esenciales.

 Entonces, es muy importante reivindicar la aplicación, en los lugares de trabajo y en los transportes, de medidas de protección y distanciamiento reales y eficaces. Es necesaria la distribución de cubrebocas a todos aquellos que trabajan fuera de casa, garantizar el derecho de retiro y sancionar a los patrones que lo rechacen y que chantajean con despedir a los trabajadores, derogar las leyes de excepción que lo prohíben, demandar que el COVID-19  sea reconocido como enfermedad profesional. E impulsar la autoorganización del proletariado para hacer cumplir las normas sanitarias. 

Defensa de las libertades de expresión, asociación y manifestación.

En muchos países, la crisis sanitaria actual sirve de pretexto para restringir aún más las libertades individuales, para acostumbrar a las poblaciones a un sistema autoritario de represión que castigue y vigile cuidadosamente todo comportamiento que no se someta dócilmente a la autoridad del Estado.

El proletariado no es el único que sufre las consecuencias de la crisis, también las clases medias las sufren y alzan sus voces en contra de la situación. Pero no hay que hacerse ilusiones, la situación actual pone en evidencia lo que quiere la clase dominante: la aplicación de leyes de excepción en nombre de la «seguridad», preparar la represión y vigilar estrechamente todo movimiento autónomo del proletariado, en la medida que para la burguesía es la clase «peligrosa» por excelencia que conoce la historia de la lucha de clases

Generalización de un impuesto sobre la renta altamente progresivo

Con frecuencia, el socialismo burgués y pequeñoburgués reclama un impuesto sobre la fortuna. Aunque es un impuesto directo, su base es en gran medida nominal (acciones, bonos del tesoro, por ejemplo) y compleja. La burguesía y los sectores más ricos de la sociedad siempre encuentran en las complicaciones burocráticas y en las ventajas fiscales los medios para reducir o incluso anular este impuesto. Por lo tanto, éste es muy ineficaz en comparación con el rendimiento ideal esperado.

Ahora bien, siempre y cuando el patrimonio esté correlacionado con la renta y la renta con el patrimonio, se obtendrá un mejor resultado si se aplica un impuesto muy progresivo sobre la renta, incluida la renta del patrimonio, sin burocracia adicional y sin crear distorsiones. Por lo que, en lugar de los impuestos progresivos moderados que actualmente están vigor y los impuestos indirectos, que representan la mayoría de los ingresos fiscales. El proletariado deberá de reivindicar la fijación de un impuesto fuertemente progresivo, hasta el punto en el cual se confronte con la propiedad privada

Supresión de impuestos indirectos

Los impuestos indirectos hacen que la carga fiscal sea más opaca y oscurezcan las relaciones sociales; con lo cual la burguesía mantiene la ilusión de que su carga fiscal se distribuye de manera específica en cada clase. Existe una multitud de ejemplos de este tipo de impuestos: los impuestos sobre el consumo, los impuestos sobre el valor agregado, los impuestos sobre las transacciones financieras y aquellos de carácter moral (tabaco, alcohol, …).

La cuestión aquí es que el proletariado, las clases medias modernas (asalariadas) y antiguas (pequeños burgueses, pequeños campesinos…) deben ser capaces de calcular lo que les cuesta el Estado y lo que la burguesía les hace pagar en forma de impuestos, y percibir así de mejor manera clara las relaciones sociales. La reducción de los impuestos indirectos sin suprimirlos equivale a la reducción de los impuestos en general, y ambas reivindicaciones se sitúan en el terreno de la lucha interclasista, que les interesa a la burguesía y, sobre todo, a la pequeña burguesía, que no aportar casi nada a la lucha del proletariado. En lugar de todos estos subterfugios interclasistas, el proletariado debe reclama la supresión de los impuestos indirectos un impuesto fuertemente progresivo sobre la renta.

¡¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAISES UNÍOS!!

Robingoodfellow

LAS HUELGAS Y EL MOVIMIENTO OBRERO REIVINDICATIVO 20/32 EN EL NORTE DE MÉXICO, UNA RESPUESTA DEL PROLETARIADO MEXICANO EN CONTRA DE LA EXPLOTACIÓN INHUMANA DEL CAPITAL

Documento completo en forma de pdf:  Matamoros_2019

 

Índice

1. Las huelgas y el movimiento obrero reivindicativo 20/32 de la Frontera Norte de México
2. Las condiciones de vida de la Clase obrera en México y la Frontera Norte de México.
3. El Nuevo gobierno burgués y el movimiento obrero del norte de México.
4. Por la unidad de la clase obrera, por su constitución en clase y la necesidad del partido del proletariado
5. Trabajos citados

1. Las huelgas y el movimiento obrero reivindicativo 20/32 de la Frontera Norte de México

En la frontera de México con los EE. UU. se ha desarrollado un importante movimiento proletario reivindicativo que se desplegó en forma de oleadas:

              • la primera oleada inició el 11 de enero con paros y movilizaciones, la cual terminó el 25 de enero cuando aproximadamente 40,000 trabajadores de más de 60 empresas maquiladoras de capital norteamericano fueron emplazadas a huelga en Matamoros, ciudad ubicada en la frontera noreste de México con los EE. UU  [1].
•  la segunda oleada empezó el 25 de enero, cuando el movimiento del 11 de enero con el impulso de las bases obreras se generalizó y se le sumaron entre 20,000 y 30,000 trabajadores. Esta oleada continuó el 15 de febrero cuando los trabajadores de la empresa Coca Cola se declararon también en huelga, con la consigna: “El dinero de la Coca Cola o la fuerza Obrera”. Este movimiento huelguístico obrero continúo hacia otras empresas como Mecalux, y Avances Científico. El contagio hacia otras empresas capitalistas de esta región fronteriza se dio con el emplazamiento a huelga para el 20 de marzo por parte de 62,000 trabajadores en 132 unidades de la empresa norteamericana Walmart. Este movimiento terminaría el 15 de marzo con un aumento salarial del 5.5% y un bono reducido producto de la negociación entre los líderes sindicales corruptos de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) – sindicato blanco – y la empresa multinacional. Sin embargo, el movimiento se extendió y los obreros metalúrgicos emplazaron a huelga, después de 25 días de paro las empresas siderúrgicas multinacionales les otorgaron el 20 por ciento de aumento y un bono de 40,000.00 pesos. En reacción a todo esto, los capitalistas locales, el Estado y los sindicatos oficiales lanzaron una contraofensiva para contener al movimiento e impedir nuevas conquistas: la patronal junto con los cuerpos policiacos [2] y los cuerpos represivos del Sindicato oficialista (CTM) realizaron una represión brutal en contra del movimiento (secuestrando y asesinando a huelguistas [3] ). Los sindicatos oficiales y sus dirigencias corruptas trataron de contener y disolver al movimiento promoviendo el despido masivo de los obreros (en promedio de 5000 obreros).

                 • Finalmente, a partir del 14 de abril el movimiento de los trabajadores 20/32 intentó, sin lograrlo, participar en las elecciones burguesas locales del 2 de junio para diputados por medio de las candidaturas de cuatro obreros [4] independientes no registrados. Su propuesta no tuvo éxito y se disolvió en medio de pugnas internas y de la influencia de la ideología burguesa dominante [5] y pequeño-burguesa. En los hechos esta campaña electoral marca el fin del movimiento, dado que:

                –  no dio continuidad a su programa reivindicativo original y no se  generalizó,
–  se diluyó en medio de un proceso electoral burgués local,
– legitimó al proceso electoral haciendo que los obreros “ciudadanos” se       vuelquen en las urnas a favor de la democracia burguesa.

El movimiento proletario, autodenominado 20/32, luchó por el 20% de aumento salarial, un bono anual de 32,000 pesos (aproximadamente 1600 dólares), una jornada de 40 horas y otras prestaciones (seguridad social, servicio médico, equipo de protección, etc.). Este movimiento inédito que emano de las bases obreras de las maquiladoras de los parques industriales, con más de 90,000 efectivos, utilizó las movilizaciones, el paro y las huelgas como su principal instrumento de lucha en contra del capital, y logro:

 –    Conquistar un aumento del 20% salarial y un bono de 32000.00 pesos anuales (aproximadamente 1600.00 dólares anuales) para la mayoría de los obreros;
 –   Imponer sus demandas en más de 25 empresas maquiladoras de la región y otras mas como la Coca Cola, Walmart, Industria Siderúrgica, Mecalux, Avances Científicos, etc.
 –  Intentar romper el cerco salarial impuesto desde hace cuatro décadas por el Estado burgués mexicano, la burguesía mexicana, el capital internacional, los sindicatos y sus líderes corruptos.
 –  Paralizar temporalmente la producción (el proceso de valorización del capital) de las empresas capitalistas internacionales (o “maquiladoras”) – ubicadas en la frontera con los EE. UU. corazón del capitalismo mundial.

Históricamente este movimiento es muy importante porque representa la reacción del proletariado ante las condiciones brutales de explotación impuestas en las últimas décadas por la burguesía mexicana (e internacional), y el Estado burgués mexicano, a los trabajadores.
En las últimas décadas, como resultado de la expansión del modo capitalista de producción en el área de Norteamérica, y la creación de una zona de libre cambio (TLCAN) entre los EE.UU., Canadá y México, se integraron ciertos sectores industriales , principalmente entre los EE.UU y México, con lo cual se conformó en el área un potente destacamento colectivo del proletariado industrial [6] que recibe bajos salarios en México y que labora en el seno de industrias estratégicas para los EE.UU y el mundo, tales como la industria aeroespacial, la industria electrónica, la industria automotriz, etc.

Desde la década de los ochentas hemos sido testigos de la ofensiva de la burguesía nacional e internacional en contra de las condiciones de vida de los trabajadores mexicanos. A partir de ese momento desparecieron prácticamente todos los movimientos obreros de lucha reivindicativa y la tasa de sindicalización disminuyó [7] en el país. Los sindicatos blancos y corporativos – y sus burocracias – dominaron a los obreros, y la burguesía impuso salarios bajos a los obreros. El rasgo dominante del periodo fue la atomización de los trabajadores, los bajos salarios, la competencia entre ellos [8] y su dispersión. La burguesía y su Estado mantuvieron atomizado y alienado al proletariado en el marco de un conjunto de superestructuras jurídicas y legales que le garantizaban el dominio abierto del capital sobre el trabajo. Por ejemplo, en el 2017, la Central de Trabajadores de México (CTM), sindicato corporativo corrupto ligado al régimen burgués del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y otras centrales sindicales demandaron un aumento salarial del 7% de aumento salarial y un 3% de aumento en las prestaciones. Durante ese año esa central realizó más de 8000 revisiones y en todas ellas favoreció a la burguesía organizada en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), ya que negoció a la baja los salarios con aumentos del 3.9% y con salarios mínimos de 88.36 pesos diarios (es decir 4.66 dólares [9] ), en el contexto de una tasa de inflación promedio del 6.04%.

2. Las condiciones de vida de la Clase obrera en México y la Frontera Norte de México.

Desde la década de los sesentas una serie de factores económicos, geográficos, jurídicos y políticos [10] convirtieron a la frontera norte de México en un polo de atracción del capital industrial internacional. En este contexto algunas empresas capitalistas internacionales desplazaron parte de su proceso capitalista de producción al norte de México porque los salarios en dicha zona, al igual que en todo México, son de los más bajos del mundo, y existe un abundante ejército industrial de reserva de fuerza de trabajo poco calificada que es producto de la migración de la “población obrera sobrante” del interior del país.

El Estado burgués mexicano, en las últimas cuatro décadas, impuso reformas laborales que prácticamente borraron todos los derechos laborales y sociales de la clase trabajadora, y que sólo garantizaron las condiciones legales para la satisfacción de la necesidad y la codicia desmedida de plusvalía por parte del capital. Por medio de estas reformas el capital logró establecer un marco legal constitucional, que le permitió absorber una cantidad extraordinaria de plusvalía en el marco de la libre competencia [11] . En este contexto, la explotación de la clase obrera mexicana ha sido descarnada y extensiva dado que la burguesía y su Estado le impusieron condiciones laborales sin limitaciones legales para su explotación tales como: salarios muy bajos (en promedio 0.9 dólar por hora entre el 2000 y el 2017), jornadas de trabajo superiores a las 48 horas en promedio a la semana y contratos laborales sin prestación social alguna. De hecho, a principios del siglo XXI se dio un aumento de la mortalidad generalizada de la población en relación con el siglo XX, producto sobre todo de “fallecimientos de hombres en edades predominantemente laborales, (…y…) la situación de violencia vivida en el país” (Hernández López, López Vega, y Velarde Villalobos, 2015). Y de acuerdo con las mismas fuentes burguesas, la esperanza de vida se redujo a partir del 2007. En el mismo periodo las horas promedio trabajadas fueron superiores a las 48 horas semanales y los salarios se mantuvieron muy bajos; el 60% de la población del país se proletarizó y se pauperizó de manera brutal; con lo cual, la explotación del trabajo asalariado se intensifico.

En los hechos, México es el país de la OCDE con el 60% de la población proletarizada, en donde los trabajadores laboran más horas anuales -en promedio- que cualquier otro país capitalista.

cuadro 1

En el cuadro 1  se observa que México es el país capitalista con mas horas promedio laboradas por trabajador (2270.21 horas por trabajador), seguido por Chile con 2184.9 horas por trabajador, lo que contrasta con los países capitalistas más desarrollados como Dinamarca con 1435.33 horas por trabajador, Alemania (1440.94 horas por trabajador) y Francia (1546.36 horas por trabajador). La diferencia se explica fundamentalmente por: el mayor nivel de productividad del trabajo, el mayor grado de lucha reivindicativa y la mayor organización que los trabajadores en estos países han mantenido históricamente. De hecho, para mantener el mismo nivel de producción los trabajadores mexicanos tienen que trabajar más horas que los trabajadores de los países capitalistas más desarrollados, en México la explotación del asalariado ha sido más extensiva.

Cuadro2

Como se observa en el cuadro 2, el salario mínimo por hora pagado por las empresas capitalistas en México, entre el 2000 y el 2017, no rebasa el 1 dólar la hora. En los países capitalistas desarrollados el salario mínimo por dólar estuvo por de 5.9 dólares la hora. De hecho, México es el país capitalista donde se paga el salario mínimo más bajo – Brasil (1.7), Rusia (1.1 dólares), Chile (2.4) y Turquía (4.7). En general las condiciones laborales y salariales existentes en México, han favorecido al capital y a la explotación extensiva del trabajo asalariado en el seno de las empresas capitalistas.

Las medidas impulsadas por el nuevo régimen político burgués mexicano, encabezado por el nuevo presidente, han profundizado este proceso; en diciembre del 2018 el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió dos decretos para la región fronteriza norte de México por medio de los cuales incremento los salarios mínimos (Cuadro 3) y creó una serie de estímulos fiscales para favorecer la acumulación del capital en la región. De manera que mediante estas medidas el Estado mexicano benefició al capital en la región fronteriza norte de México, ya que:
• con el aumento del salario mínimo se establecieron las condiciones legales por medio de un decreto para atraer parte del ejército industrial de reserva proveniente del interior del país y de Centroamérica, y limitar la migración hacia los EE.UU, hacia la Zona Libre de la Frontera Norte [13] (o Región Fronteriza Norte de México de acuerdo con el decreto de estímulos fiscales) del ejército industrial de reserva proveniente del interior del país y de Centroamérica, y limitar la migración hacia los EE.UU
• Con los estímulos fiscales (reducción del Impuesto Sobre la Renta (ISR) al 20% y del Impuesto al Valor Agregado (IVA) al 8%) se favoreció al proceso de valorización del capital en ciertas empresas capitalistas internacionales y nacionales emplazadas en la región norte de México.

Cuadro3

A pesar de la demagogia del nuevo gobierno burgués nacionalista encabezado por Andes Manuel López Obrador (AMLO), en favor del pueblo y los pobres, las condiciones salariales no han mejorado para la clase trabajadora de la región ya que recibirá solamente 1.15 dólares por hora [14]. Y, aun sí, consideramos el 20% de aumento logrado por el movimiento obrero 20/32 el salario llegaría únicamente a los 1.38 dólares por hora.
Además, en las últimas cuatro décadas, las jornadas laborales promedio de los trabajadores en México han sido en promedio de 18 horas diarias sin pago de horas extras, sin protección social y sin seguro médico. Y a pesar de los decretos y la demagogia del nuevo régimen político burgués en favor del “pueblo” y los “pobres” las condiciones de vida de la clase trabajadora han empeorado con el aumento del desempleo que de acuerdo con la estadísticas y prensa burguesas- INEGI-paso de 3.2% en el 2018 al 3.6% en el 2019.
Por lo que el único recurso que tienen los trabajadores mexicanos del Norte de México para mejorar sus condiciones de vida reside en impulsar un movimiento reivindicativo amplio en contra del capital [15] , y del Estado, que se extienda hacia los EE.UU y el interior del país.

Dado que “en la historia de la producción capitalista, la reglamentación de la jornada de trabajo es el fruto de la lucha por imponer a la jornada de trabajo ciertos límites; una lucha que se libra entre el capitalista colectivo, es decir la clase de los capitalistas, y el obrero colectivo, o sea la clase obrera” (Marx, El capital I. Critica de la economía política, 2015, pág. 210).

 

3. El nuevo gobierno burgués y el movimiento obrero del norte de México.

 

Bajo el nuevo régimen político burgués encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el movimiento obrero se mantiene atomizado y es presa del nacionalismo y la demagogia del Estado burgués mexicano que ahora habla en nombre del “pueblo sabio” en favor de los pobres y que enarbola la lucha en contra de la “corrupción”. Bajo el nuevo régimen político el proletariado mexicano está aún más sujeto a la dominación ideológica de la burguesía mexicana, como lo demuestra el discurso del líder de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Francisco Hernández Juárez, vocero nacionalista extraoficial del nuevo régimen burgués, según el cual, lo mejor “que le ha pasado al país es el resultado del primero de julio (con la elección de AMLO) porque quedaron atrás los regímenes corruptos y hoy es tiempo de crear condiciones para lograr un país mejor.“

En el contexto de las huelgas y movilizaciones obreras en el norte de México la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Luisa María Alcalde, hizo un llamado a las partes para qué, por la vía del diálogo, se solucione el conflicto “para el bien de los trabajadores y de las fuentes de empleo”. Por lo que, en este caso, el nuevo gobierno intenta mediatizar a este movimiento obrero reivindicativo amenazándolo con la pérdida de sus fuentes de trabajo.

El nuevo gobierno rápidamente manifestó su naturaleza burguesa al tratar de romper, por todos los medios, al movimiento obrero de Matamoros, inclusive reviviendo las viejas estructuras sindicales burocráticas bajo la bandera del nuevo sindicalismo y las centrales sindicales corporativas del PRI; utilizando además, la fuerza pública y la represión. Frente al movimiento obrero, la prensa burguesa, los periodistas y los académicos burgueses se han dedicada a descalificarlo, algunos, incluso plantean que es un movimiento inducido desde Washington. El líder del senado por Morena ha señalado que son delincuentes y los organismos corporativos de la burguesía han manifestado que es un movimiento que pone en peligro el desarrollo económico de la región y del país. La burguesía ha llegado a reprimir y hasta asesinar a los huelguistas.

A pesar de que proclama gobernar para “el pueblo” y “los pobres”, el nuevo régimen burgués se ha dedicado a defender los intereses de la burguesía, del capital bancario y del capital transnacional. El nuevo régimen, la burguesía y sus aliados invocan el sacrosanto valor de la nación, de la democracia burguesa y de sus valores republicanos para desacreditar al movimiento obrero e imponerle los sacrificios necesarios para que siga bajo el yugo del capital internacional con jornadas de trabajo que en promedio son de 48 horas semanales y con salarios precarios de 1.15 dólares la hora.

El triunfo electoral del partido MORENA, con mayoría en las cámaras de diputados y senadores, y su presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) marcan el cambio del régimen político burgués en México y el arribo al poder de una fracción burguesa [16] con dos ejes de acción gubernamental : un programa político demagógico (“la esperanza de México”, el nacionalismo “la cuarta transformación”, programas en contra de la pobreza, en contra de la corrupción y por la “austeridad republicana”, etc.…) y un programa económico liberal [17] que favorece al capital: la defensa de la propiedad privada, la defensa del libre mercado, salarios bajos de los trabajadores, impuestos mínimos al capital, contracción permanente del gasto público, presupuesto equilibrado [18] y política monetaria restrictiva entre otras.

Mediante su programa político mantiene un consenso entre la mayoría de las masas desposeídas de la población y enarbola demagógicamente propuestas en favor de los “pobres” y el “pueblo sabio” y en contra de la “corrupción” [19] de los funcionarios del gobierno.

El nuevo régimen político burgués impuso un programa de austeridad “republicana” para reducir “la corrupción”, con lo cual se ha reducido al aparato gubernamental y han aumentado los despidos masivos de los trabajadores del Estado mexicano, lo que ha generado un descontento. En general, durante los últimos nueve meses, aumentó el desempleo entre los trabajadores, y la economía se ha contraído aún más. Se calcula que el desempleo tendrá el nivel más alto de la última década.

 

4. Por la unidad de la clase obrera, por su constitución en clase y la necesidad del partido del proletariado.

 

Ante la amenaza de una generalización y extensión del movimiento obrero de Matamoros en toda la frontera norte de México y del sur de los EE. UU., el nuevo presidente Andrés López Obrador se reunió con Alfonso Romo líder de la burguesía del nuevo régimen y Carlos Aceves líder de la decrépita Confederación de Trabajadores de México (CTM) – uno de los pilares del capitalismo mexicano- para lanzar un ultimátum y contener a este movimiento. Después de una reunión en Palacio Nacional, en la Ciudad de México, amenazaron con terminar lo más pronto posible con el problema de las huelgas “ilegales” en Matamoros Tamaulipas, que perturbaban al proceso de valorización del capital. Con lo cual el nuevo régimen burgués, “la esperanza de México”, busca proteger a la propiedad privada y a los intereses de la burguesía en contra de la clase obrera. El nuevo régimen político mexicano es un régimen anti-obrero que defiende a ultranza los intereses del capital

Por su vocación internacional, por su ubicación geográfica en la frontera norte de México este movimiento obrero se enfrentó a más de cuatro décadas de atomización, de alienación al capital y control del Estado burgués mexicano [20]

Este movimiento, enmarcado en el Sindicato de jornaleros y obreros industriales y de la industria maquiladora en Matamoros, se expandió rápidamente y contagio a la mayoría de las empresas de la región, pero fue frenado por los Sindicatos oficiales y fue víctima de una fuerte represión por parte de las fuerzas policiales represivas, de los empresarios locales y por el Estado burgués mexicano.

El movimiento obrero adolece de una serie problemas fundamentales como: “[La presencia] de la más prolongada contrarrevolución de la historia [del capitalismo a escala mundial]” (Goodfellow 2014:pag.4), el estancamiento generalizado de la lucha de clases a nivel mundial, el reflujo de la revolución proletaria mundial desde la década de los veintes del siglo XX, la inexistencia del proletariado como clase, es decir como un partido proletario independiente internacional, la ausencia de un partido formal que actúe y articule el plan de batalla y de organización de acuerdo con los principios del programa comunista [21].

A pesar de ello estos obstáculos, este movimiento obrero puso de manifiesto que:
• la contradicción de clase principal que mueve la dinámica social del capitalismo mexicano se da entre el obrero colectivo y el capital colectivo, entre el trabajo asalariado internacional y el capital internacional.
• Y que el proletariado deberá de luchar por el comunismo como su única bandera, como su único programa, partiendo de su lucha inmediata por la mejora de sus condiciones de vida [22] , lo que le permitirá, en un futuro, desarrollar una lucha política generalizada para constituirse en clase en sí y devenir en clase para sí; es decir, en partido político independiente e internacional, producto de la realización de la conciencia de clase y de su programa científico, es decir de la teoría marxista.
De acuerdo con el programa comunista:
• “El nivel de desarrollo de los obreros esta en relación directa con sus vínculos a la industria y (…) por lo tanto, los obreros industriales tienen mayor conciencia de su interés…” (F. Engels con C. Marx y F. Engels. Obras Completas T. II p.260.).
• “Cuando más profundamente penetre el sistema fabril dentro de un ramo de trabajo, tanto más participen los obreros en el movimiento; cuanto más aguda sea la contradicción entre obreros y capitalistas, tanto más evolucionada, tanto más agudizada es la conciencia proletaria en el obrero”. (C. Marx y F. Engels OME T. VI, F. Engels, “La situación de la clase Obrera en Inglaterra”. Marzo 1845. Col. ORIMCA Grupo Editorial Grijalbo pp. 487-489).
• “La combinación de fuerzas conseguida ya por la clase obrera como resultado de la lucha económica debe servir, al mismo tiempo como palanca en su lucha contra el poder político de los grandes propietarios agrícolas y de los capitalistas (…por lo que…) la lucha de la clase obrera, su movimiento económico y su acción política están indisolublemente unidos”. (C. Marx y F. Engels “De las Resoluciones de la Conferencia de Delegados de la Asociación Internacional de los Trabajadores”. Septiembre 1871. En Marx, Engels, Lenin Op. Cit. p.34).
• “Los puntos de partida del programa de todo movimiento obrero serio deben ser los siguientes: agitación por la libertad política total, reglamentación de la jornada de trabajo y cooperación internacional y sistemática de la clase obrera” (Marx, Carlos; “Sozial-Demokrat”; 28 agosto de 1868; MEW 16, p.316.)
Finalmente, el movimiento 20/32 de los obreros industriales del norte de México fue trascendente porque:
• puso en evidencia el papel estratégico de los movimientos proletarios en esta región,
• perfiló los rasgos que tendrán los futuros movimientos obreros reivindicativos entre México y los EE.UU. Por lo que es el germen de los futuros movimientos obreros en la región [23] .

Por otra parte, la posible eclosión de movimientos obreros reivindicativos más amplios en esta región dependerá no tan sólo del deterioro acelerado de las condiciones materiales de miseria y explotación de los obreros, sino del estallamiento de la crisis general de sobreproducción que va a tener lugar al final del onceavo ciclo [24] de la economía norteamericana [25] .

Estos movimientos se desplegarán en forma de oleadas que se extenderán hacia otras empresas y ramas productivas de ambos países. Por lo que los comunistas defenderemos el porvenir de esos movimientos. (Marx y Engels 1955c) y reivindicamos la necesidad del partido proletario independiente que dirija al movimiento real de acuerdo con sus intereses históricos de la clase.

Por lo que el proletario en México al igual que en cualquier otra parte del mundo deberá de constituirse en clase, derrocar la dominación burguesa, conquistar el poder político, destruir la maquinaria del Estado burgués por medio de la revolución proletaria permanente internacional y realizar el ejercicio de una dictadura revolucionaria

                                ¡PROLETARIOS DE TODOS LOS PAÍSES UNIOS!

5. Notas

[1] Se considera como Región Fronteriza Norte de México con los EE.UU. a la franja integrada por los municipios de Ensenada, Playas de Rosarito, Tijuana, Tecate y Mexicali del estado de Baja California; San Luis Río Colorado, Puerto Peñasco, General Plutarco Elías Calles, Caborca, Altar, Sáric, Nogales, Santa Cruz, Cananea, Naco y Agua Prieta del estado de Sonora; Janos, Ascensión, Juárez, Praxedis G. Guerrero, Guadalupe, Coyame del Sotol, Ojinaga y Manuel Benavides del estado de Chihuahua; Ocampo, Acuña, Zaragoza, Jiménez, Piedras Negras, Nava, Guerrero e Hidalgo del estado de Coahuila de Zaragoza; Anáhuac del estado de Nuevo León, y Nuevo Laredo; Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Gustavo Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros del estado de Tamaulipas”
[2] Que actuaron como “cuerpos francos”
[3] Como parte de esta represión tenemos el asesinato del obrero Patricio Cruz (https://www.facebook.com/326363841311759/ videos/405341916965261/?sfnsn=mo).
[4] Mediante las elecciones del 2 de junio el sistema burgués de partidos va a renovar 36 diputaciones locales en el Congreso del Estado de Tamaulipas, de las cuales propusieron 4 candidaturas de obreros independientes sin registro sin éxito.
[5] “En cualquier época, las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes; en otros términos, la clase detentadora del poder material dominante de la sociedad representa al mismo tiempo el poder espiritual que predomina en esta. La clase que dispone de los medios de producción material dispone al mismo tiempo, y por la misma razón, de los medios de la producción espiritual, de modo que, en general, las ideas de quienes carecen de estos medios están sometidas a la clase dominante…
No queda entonces ninguna duda: las ideas dominantes son las ideas de las clases dominantes y no tienen un poder independiente del de esta clase. La existencia, en determinada época, de ideas revolucionarias supone la existencia previa de una clase revolucionaria”. (C. Marx y F. Engels, “La ideología alemana”. Cit. En M. Rubel Op. Cit. T. I pp. 114-115).

[6] “El nivel de desarrollo de los obreros está en relación directa con sus vínculos a la industria y… por lo tanto, los obreros industriales tienen mayor conciencia de su interés, los obreros de las minas la tienen en menor grado y los obreros agrícolas aun no tienen conciencia de ello”. (F. Engels con C. Marx y F. Engels. Obras Completas T. II p.260. Citado en Burguette, Ricardo. Op. Cit. P.87).
[7] Véase: Zepeda Martínez, R., 2009. Disminución de la tasa de trabajadores sindicalizados en México durante el periodo neoliberal. Revista Mexicana de Ciencia Políticas y Sociales, 51(207).
[8] Atomización “engendrada y mantenida por su inevitable competencia” nacional e internacional de los trabajadores.
[9] Tomando el tipo de cambio a 18.92 pesos por 1 dólar.
[10] La cercanía con los EE.UU., la existencia de bajos salarios, la existencia de leyes laborales que favorecen al capital, la existencia de jornadas de trabajo de más de 12 horas diarias, y la posibilidad de una explotación extensiva del trabajo asalariado. Existen casos, como el de la empresa Coca Cola donde los trabajadores laboran hasta 18 horas por día.
[11] “La libre competencia hace que las leyes de la producción capitalista se impongan al capitalista individual como una ley implantada desde fuera” (Marx, El capital: critica de la economía política, tomo I, libro I, 2015: 243)
[12] En el cálculo de estas medias la OCDE considera al trabajo de tiempo de tiempo parcial.
[13] De acuerdo con la resolución del H. Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimo del 31/12/2018 el país queda dividido en dos zonas geográfica con salarios diferenciados, la zona libre de la frontera norte y el resto del país, en donde se incluye a Matamoros:
De acuerdo con la resolución del H. Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimo del 31/12/2018 el país queda dividido en dos zonas geográfica con salarios diferenciados, la zona libre de la frontera norte y el resto del país, en donde se incluye a Matamoros:
“SEGUNDO. La fracción VI del apartado A) del artículo 123 constitucional y el artículo 94 de la Ley Federal del Trabajo disponen igualmente que los salarios mínimos deben ser fijados por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos. Asimismo, la fracción VIII del artículo 557 de la Ley Federal del Trabajo faculta al H. Consejo de Representantes para fijar los salarios mínimos legales.
TERCERO. En cumplimiento a lo dispuesto por la fracción VI del apartado A) del artículo 123 constitucional y por el 96 de la Ley Federal del Trabajo, la Dirección Técnica propuso al Consejo de Representantes crear la Zona Libre de la Frontera Norte, la cual estará vigente a partir del 1 de enero del 2019, integrado por los municipios que hacen frontera con Estados Unidos de Norteamérica: Ensenada, Playas de Rosarito, Mexicali, Tecate y Tijuana, en el Estado de Baja California; San Luis Río Colorado, Puerto Peñasco, General Plutarco Elías Calles, Caborca, Altar, Sáric, Nogales, Santa Cruz, Cananea, Naco y Agua Prieta, en el Estado de Sonora; Janos, Ascensión, Juárez, Práxedis G. Guerrero, Guadalupe, Coyame del Sotol, Ojinaga y Manuel Benavides, en el Estado de Chihuahua; Ocampo, Acuña, Zaragoza, Jiménez, Piedras Negras, Nava, Guerrero e Hidalgo, en el Estado de Coahuila de Zaragoza; Anáhuac, en el Estado de Nuevo León; y Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Gustavo Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros, en el Estado de Tamaulipas.
CUARTO. Por lo anterior, para efecto de la aplicación del salario mínimo general y para los salarios mínimos profesionales, el país queda dividido en dos áreas geográficas, conformada por la Zona Libre de la Frontera Norte, integrado por los municipios anteriormente citados, y el resto de los municipios del país y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México.”
[14] Con su decreto que incremento el salario mínimo a 176.72 pesos diarios.
[15] “Como se ve, fuera de fronteras muy elásticas, la naturaleza misma del cambio de mercancías rechaza todo límite de la jornada de trabajo y, por tanto, todo límite del plustrabajo. El capitalista afirma su derecho como comprador a alargar la jornada de trabajo todo lo posible, hasta convertir, si pudiera, una jornada de trabajo en dos. Pero, por otro lado, la naturaleza específica de la mercancía vendida entraña un límite opuesto al consumo de quien lo compra. Y por su parte, el obrero hace valer su derecho como vendedor, cuando trata de que la jornada de trabajo se limite a una determinada duración normal. Nos encontramos, pues, entre una antinomia, ante un derecho que se levanta frente a otro, ambos sancionados por igual por la ley del cambio de mercancías. Entre derechos iguales, decide la violencia” (Marx, El capital I. Critica de la economía política, 2015, pág.. 210)

[16] Para Marx en el 18 brumario de Luis Bonaparte el concepto de fracción de la burguesía tiene los sentidos siguientes:
• Primero la “fracción de la burguesía mantenida en cohesión por grandes intereses comunes y deslindada por condiciones peculiares de producción” ((Marx, 1955b, pag.260), y
• Segundo, la fracción que agrupa a “una pandilla de burgueses, escritores, abogados, oficiales y funcionarios de ideas republicana, cuya influencia descansaba en las antipatías personales del país contra Luis Felipe, en los recuerdos de la antigua república, en la fe republicana de un cierto número de entusiastas, y sobre todo en el nacionalismo francés, cuyo odio contra los Tratados de Viena y contra la Alianza con Inglaterra atizaba constantemente esta fracción” (Marx, 1955b, pag.260).
Con Morena y Andrés López Obrador llega al poder una fracción de la burguesía mexicana en el segundo sentido es decir que representa los intereses de una “pandilla de burgueses, escritores, abogados, oficiales y funcionarios (…de todos los partidos del espectro político burgués…)” cuyo consenso o simpatía popular descansa en las antipatías personales del “pueblo” en contra del expresidente Enrique Pena Nieto, en contra del “neoliberalismo, en contra de los EE.UU. y la fe republicana irresistible en favor del nacionalismo “revolucionario” mexicano.
Esta fracción burguesa, -o coalición de los intereses particulares de diversos sectores burgueses como los banqueros, pequeño burgueses, intelectuales, funcionarios etc. – que permaneció al margen del poder durante tres décadas enarbola un programa nacionalista burgués demagógico (la “Cuarta transformación”, la “Esperanza de México”), y es el vocero demagógico de la burguesía mexicana frente al “pueblo” y los “pobres”. En esencia MORENA y su gobierno buscan crear la estabilidad política y económica del capitalismo mexicano para garantizarle al capital la exacción máxima de plusvalía. Con la llegada al poder de MORENA, los partidos políticos (el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de Acción Nacional (PAN)) que encaraban de manera directa los intereses directos de la burguesía liberal, y sus aliados de la pequeña burguesía, fueron desplazados del gobierno y se convirtieron en una minoría en ambas cámaras y voceros de “la oposición liberal”.
Sin embargo, en los últimos meses el capital bancario que tiene grandes intereses comunes con la fracción burguesa en el poder se ha fortalecido bajo el nuevo régimen político. En México, el bono del tesoro mexicano a diez años tiene un rendimiento del 8.05% y mientras que el PIB de la economía mexicana según el Banco de México fue de 1.3%, por lo que el Estado por medio de la deuda pública está pagando enormes rendimientos a sus acreedores, el 13% de su gasto total. Entre abril del 2018 y abril del 2019 el pago de intereses se incrementó, el Estado mexicano erogó 67 mil millones de pesos por este concepto.
En términos generales las políticas macroeconómicas restrictivas, o “austeridad republicana”, impuestas por el nuevo régimen han favorecido el incremento de las tasas de interés, situación que ha hecho a las tasas de interés mexicanas muy apetitosas para los banqueros que acumulan su riqueza y aumentan su patrimonio enormemente a costa de la deuda pública, en tanto que detentores de los títulos de la deuda. La alianza del capital bancario con el régimen actual se ha fortaleciendo como lo demuestra el acuerdo reciente de PEMEX, empresa petrolera estatal, con tres bancos para refinanciar y ampliar su línea de crédito. Su deuda con los bancos: JP Morgan, HSBC y Mizuho Securities paso de 2 mil 500 millones de dólares a 8 mil millones de dólares y paso de un plazo de tres a cinco años.
[17] Que en la práctica es el mismo que enarbolaban los gobiernos “neoliberales” anteriores.
[18] Sobre el ideal burguesas del presupuesto equilibrado del Estado Marx planteo, en la Lucha de Clases en Francia, que resulta: “imposible supeditar la administración del Estado al interés de la producción nacional sin establecer el equilibrio del presupuesto, el equilibrio entre los gastos y los ingresos del estado. ¿Y cómo establecer este equilibrio sin restringir los gastos públicos, es decir, sin herir intereses que eran otros tantos puntales del sistema dominante y sin someter a una nueva regulación el reparto de impuestos, es decir, sin transferir una parte importante de las cargas a los hombros de la alta burguesía?” (Marx, 1955a, pag.136)
[19] El programa burgués de Morena y AMLO en contra de la “corrupción” busca:
• combatir “el renacimiento del lumpemproletariado en las cumbres de la sociedad burguesa” (Marx, 1955a, pag.138), como dice Marx;
• acabar con “el desenfreno por la satisfacción de los apetitos más malsanos y desordenados, que en cada paso chocaban con las mismas leyes de la burguesía” (Marx, 1955a, pag.139),
• y combatir a la fracción liberal de la burguesía mexicana y su tecnocracia estatal que estafaba al Estado burgués mexicano en gran escala por medio de los programas de privatizaciones de los medios de producción y empresas propiedad de su propiedad. (llamados Programas de “cambio estructural”)
[20] Cabe recordar que de acuerdo con el marxismo el Estado burgués tiene una doble función económica y política:
• “mantener a la gran mayoría de los productores esclavizados por una minoría explotadora muy pequeña” (Marx 1964, pag.301).
• Como un capitalista colectivo que ejecuta en forma directa la exacción de plusvalía: “el Estado (…) es la organización creada por la sociedad burguesa para defender las condiciones exteriores generales del modo capitalista de producción contra los atentados, tanto de los obreros como de los capitalistas aislados. El Estado (…) cualquiera que sea su forma es una maquina esencialmente capitalista, es el Estado de los capitalistas el capitalista colectivo ideal. Y cuantas más fuerzas productivas asuma su propiedad (…) más se convertirá en capitalista colectivo real y tanto mayor cantidad de ciudadanos explotara. Los obreros siguen siendo obreros asalariados, proletarios. (…Y las…) relaciones capitalistas (…) se agudizan” (Engels 1973, pág. 226)
[21] “Las tesis teóricas de los comunistas (…son …) la expresión de conjunto de las condiciones reales de una lucha de clases existentes, de un movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos” (Marx y Engels 1955c, pag.35)
[22] “Los comunistas luchan por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera; pero, al mismo tiempo, defienden también, dentro del movimiento actual, el porvenir de ese movimiento”. (Marx y Engels 1955c,pag.54)
[23] Jornadas de trabajo extensivas, trabajo a destajo de noche y en días festivos; bajos salarios, contratos a tiempo parcial, etc.
[24] “la síntesis de los datos disponibles sugiere que la crisis se acerca pero no es inminente. En los Estados Unidos, el ciclo actual será uno de los períodos más largos de la acumulación en la historia del moderno modo capitalista de producción.” Robin Goodfellow (junio 2019:17). http://www.robingoodfellow.info/pagesfr/rubriques/crise_usa_12_1T_2019.pdf
[25] Las crisis de sobreproducción del 2001-2002 y 2007-2009 asociadas al noveno y décimo ciclos de los EE.UU. tuvieron un efecto devastador en esta región norte de México y sur de los EE.UU., en estos momentos muchas industrias cerraron y aumentó el desempleo.

6.Trabajos citados

 Decreto de Estímulos Fiscales para la Región Fronteriza Norte, https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5547485&fecha=31/12/2018&print=true Página
Engels, F. (1973). Anti Duhring, La subversión de la ciencia por el señor Eugen Duhring. Buenos Aires: Editorial Ciencias del Hombre.
Goodfellow, R. (2014). El marxismo en resumen. De la crítica del capitalismo en la sociedad sin clases. Paris -Barcelona: lulu.com.
Goodfellow, R. (junio, 2019). Le cycle des crises aux Etats-Unis depuis 1929 (12) Premier trimestre 2019. http://www.robingoodfellow.info/pagesfr/rubriques/crise_usa_12_1T_2019.pdf
Hernández López, M. F., López Vega, R., & Velarde Villalobos, S. I. , 2015. La situación demográfica en México. Consejo Nacional de Población (CONAPO).
Marx, K. El capital I. Critica de la economía política. MEXICO: FONDO DE CULTURA ECONOMICA. Ciudad de México, 2015
Marx, K. y Engels, F. “De las Resoluciones de la Conferencia de Delegados de la Asociación Internacional de los Trabajadores”. Septiembre 1871.
Marx, K. (1955a). Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850. Moscú: Ediciones en lenguas extranjeras, pago. 133-249.
Marx, K. (1955b) El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. Moscú: Ediciones en lenguas extranjeras, pág. 250-351.
Marx, C., & Engels, F. (1955c). Manifiesto del Partido Comunista. Moscú: Progreso
Marx, K. Sozial-Demokrat; 28 agosto de 1868; MEW 16.
Marx, c. (1964). The general council of the First Internacional: 1871-1872. Moscu: Progress.
Marx, K. 1867. El capital: critica de la economía política, tomo I, libro I (Cuarta edición en Español, 2014 ed.). (W. Roces, Trad.) Mexico: Fondo de Cultura Económica.
Marx, K y Engels, F. OME T. VI, F. Engels, La situación de la clase Obrera en Inglaterra. Marzo 1845. Col. ORIMCA Grupo Editorial Grijalbo.
RESOLUCIÓN del H. Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos que fija los salarios mínimos general y profesionales vigentes a partir del 1 de enero de 2019. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5547485&fecha=31/12/2018&print=true
Zepeda Martínez, R., 2009. Disminución de la tasa de trabajadores sindicalizados en México durante el periodo neoliberal. Revista Mexicana de Ciencia Políticas y Sociales, 51(2007).

 

España: la independencia de Cataluña es el árbol que esconde el bosque de la lucha de clases

El texto se puede leer aqui : www.robingoodfellow.info (html)  o en pdf

La creación de nuevos pequeños Estados en Europa no es favorable para los intereses del proletariado. Ya que, en lugar de avanzar hacia una unificación mayor de territorios, mercados, leyes laborales y condiciones de producción se da una mayor fragmentación con nuevas fronteras, nuevas monedas nacionales, y nuevos aparatos de Estado. Con todo lo que implica en términos de la recolección de impuestos para alimentar a la burocracia y a las fuerzas represoras.

La unificación geográfica pone fin a la opresión de una nación por otra, y establece la perspectiva de una mayor democracia, y desembaraza al proletariado de un obstáculo para su emancipación. Desde 1871, que marcó el apogeo del movimiento de reunificación nacional (unidad alemana e italiana), el número de Estados en Europa aumento constantemente. Después de la primera guerra el fin de los imperios otomano, austrohúngaro, ruso y alemán, trajo consigo la creación de numerosas naciones, y posteriormente la caída de la URSS[1]revivió este proceso.

A raíz de la caída de los falsos socialismos del Este los residuos políticos y geográficos trajeron consigo la creación de nuevos Estados en Europa : Serbia, Croacia, Eslovenia, Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Macedonia, Kosovo, Letonia, Lituania, Estonia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Eslovaquia y República Checa. El propósito de la mayor parte de estos Estados – algunos de ellos nunca tuvieron una existencia histórica- fue de respaldar a la Unión Europea, o a la Zona del Euro, como condición fundamental para su viabilidad[2].

Para el marxismo, el principio del derecho a la autodeterminación no es un principio abstracto que puede aplicarse a cualquier pueblo y bajo cualquier situación histórica. Sino que depende de la especificidad de cada situación geográfica e histórica, y debe de estar ligado al programa político del proletariado internacional. En el pasado, por ejemplo, el partido proletario negó el derecho a la nacionalidad de los checos y de los Eslavos del sur.

Así, el término «derecho de los pueblos» no implica que cualquier nacionalidad, o minoría, tenga la posibilidad histórica de reivindicar y obtener en todo momento, a fortiori, su emancipación como nación. Todo depende de las circunstancias históricas. El apoyo del proletariado a tales reivindicaciones no es producto de principios abstractos, sino resultado del análisis de la situación que favorece al proletariado como clase y como fuerza internacional en un territorio determinado.

Marx y Engels consideraron, en el pasado, dos dimensiones que podrían combinarse en el análisis. La primera, se refiere al efecto que podría tener la liberación de una nación sobre la nación dominante y sus efectos sobre el equilibrio internacional. Por ejemplo, la lucha de Irlanda en contra de Inglaterra la principal potencia capitalista; la constitución de Polonia como nación independiente en el siglo 19 que significaba el debilitamiento del zarismo, polo de la reacción en Europa. La segunda, implica la lucha por la «conquista de la democracia», la conquista de la república democrática como «el último terreno de la lucha» en contra de la burguesía, con lo cual el proletariado elimina un obstáculo en el camino hacia su autonomía como clase. Con lo cual se hace más evidente la contradicción principal entre el capital y el trabajo, entre la burguesía y el proletariado.

Así, desde el punto de vista del proletariado se puede tener o no tener derecho para a constituirse en nación y se puede no hacer uso de este derecho, es decir, buscar una autonomía mayor, o unirse a un conjunto nacional más amplio. Al interior, el partido proletario puede juzgar que la constitución de un Estado nación no sea favorable para sus intereses y puede negarse a formar parte de esta solución política. En cuyo caso naturalmente, la cuestión de la correlación de fuerzas, a nivel internacional, es muy importante.

[1] La creación de la URSS restauro al imperio ruso.

[2] Pertenecientes a la Unión Europea y a la zona del euro: la República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia, Lituania y Estonia. Alemania reunifico con su parte oriental. Montenegro, candidato para la Unión Europea, adopto unilateralmente el euro. Croacia se unió a la Unión Europea. Montenegro, Bosnia y Herzegovina, Macedonia y Serbia son candidatos. Ucrania y Moldavia son candidatos potenciales, y son objetos de negociación con Rusia.

 

Dominique Cotte

Dominique Cotte (20 de enero de 1956 al 14 de diciembre de 2017)

Nuestro camarada Dominique Cotte alias Verdier murió, a causa de un cáncer de pulmón. Desde muy joven, como estudiante del liceo Buffon, se adhirió al marxismo y se unió al grupo la izquierda marxista que publicaba el periodico Lucha continúa. Este grupo se situaba en la tradición de Socialismo o barbarie, Poder obrero o el Grupo marxista por los consejos de los trabajadores.
El fracaso de esta corriente, le condujo a profundar en el estudio de la teoría marxista junto con otros militantes como Jean-Pierre Hébert (1950-2011), quien también falleció trágicamente en los últimos años.
El estancamiento en el proceso de profundización teórica le llevó, junto con otros militantes, a seguir la tradición de la Izquierda comunista de Italia y de Invarianza.
Después de un breve paso por el Grupo comunista mundial, fundo con otros camaradas la revista Comunismo o Civilización y el colectivo Robin Goodfellow.
Políglota, como es de esperarse de un internacionalista, tenía un temperamento enérgico y lleno de entusiasmo aún en los momentos más desfavorables.
Era un trabajador incansable que combinó la fineza del análisis de los fenómenos políticos, con una gran capacidad de expresión y un estilo lleno de fuerza. También, impulso con tenacidad la presencia de Robin Goodfellow en los blogs y las redes sociales. Puso su gran cultura y su profundo conocimiento del marxismo, del cual era un defensor intransigente, al servicio del proletariado revolucionario. Su muerte constituye una pérdida considerable para el movimiento comunista.
Nuestros corazones están con su amada familia.

Espanya: la independència de Catalunya és l’arbre que amaga el bosc de la lluita de classe

DESCARGAR EL TEXT SENCER : Catalunya

La perspectiva de creació de nous petits estats a Europa no es favorable als interessos del proletariat. Enlloc d’anar cap a una major unificació dels territoris, dels mercats, de les legislacions sobre el treball, de les condiciones de producció, assistiríem a un major trossejament, a la creació de noves fronteres, de noves monedes nacionals, de nous aparells d’estat amb tot el que això implica en termes de deducció per l’impost per alimentar burocràcies y forces de repressió.

D’altra banda, en el cas que tal creació pogués posar fi a l’opressió d’una nació per una altra, obre la perspectiva d’una major democràcia, a l’alliberar al proletariat d’una qüestió que és un obstacle per la seva emancipació. Després de 1871, que ha marcat l’apogeu del moviment de reunificació (unitats alemanya i italiana), el nombre d’estats a Europa no ha parat de créixer. La fi dels imperis otomà, austro-húngar, rus y alemany després de la primera guerra va conduir a la creació de nombroses nacions. La caiguda de la URSS, que havia reconstruït en part l’imperi rus després de la segona guerra mundial ha rellançat aquest procés.

Les reorganitzacions polítiques i geogràfiques sortides de la caiguda dels falsos socialismes de l’Est han doncs portat a la creació de nous estats a Europa : Sèrbia, Croàcia, Eslovènia, Montenegro, Bòsnia-Herzegovina, Macedònia, Kosovo, Letònia, Lituània, Estònia, Bielorússia, Ucraïna, Moldàvia, Eslovàquia, República txeca. No obstant, l’objectiu d’una gran part d’aquests estats –alguns dels quals no havien tingut mai una existència històrica- que es una condició fonamental per la seva viabilitat és la seva adhesió a la Unió europea o a la zona euro[1].

Pel marxisme, el principi del dret a l’autodeterminació no és un principi abstracte que pot aplicarse a qualsevol situació històrica i a qualsevol poble. Depèn de cada situación geohistòrica particular i ha d’inscriure’s en la política del proletariat internacional. En el passat, per exemple, el partit proletari va denegar el dret a la nació tant als txecs com als eslaus del sud.

Així, l’expressió “dret dels pobles” no significa que qualsevol nacionalitat o minoria tingui la possibilitat històrica, en tot moment, de reivindicar i a fortiori obtenir la seva emancipació com a nació. Tot depèn de les circumstàncies històriques. Del costat del proletariat, el suport a donar o no a tals reivindicacions no prové tampoc de l’aplicació d’un principi abstracte, sinó que es desprèn d’una anàlisi de la situació que hagi de ser la més favorable al proletariat, com a classe del territori concernit i com a força internacional.

En el passat, Marx i Engels consideraven dos elements, que podien ser combinats entre ells. El primer concerneix l’efecte que podria tenir l’alliberament d’una nació sobre la nació dominant i els impactes sobre l’equilibri internacional. Així, la lluita dels irlandesos contra la principal potència capitalista, l’Anglaterra, o la constitució de Polònia, com a nació independent significativa, en el segle XIX, un afebliment del tsarisme, muralla de la reacció a Europa. El segon tracta del combat per la “conquesta de la democràcia”; al conquerir la república democràtica com a “darrer terreny de lluita” contra la burgesia, el proletariat elimina un obstacle en el camí de la seva autonomia com a classe i fa cada cop més evident l’antagonisme fonamental entre el capital i el treball, entre la burgesia i el proletariat.

Així, des del punt de vista del proletariat, es pot tenir o no aquest dret, com a nació; es pot decidir no utilitzar aquest dret (i acontentar-se, per exemple, amb una autonomia més àmplia, o decidir unir-se a un conjunt més vast); i al sí del conjunt nacional, el partit proletari pot jutjar que la solució d’un estat no ni propícia ni favorable als seus interessos i refusar prendre part a la solución nacional. Naturalment, la qüestió de la relació de forces, principalment a nivell internacional, és aquí primordial.

Tot al llarg de l’any 2017, en preparació del referèndum de l’1 d’octubre, s’han vist circular en nombroses webs i blogs independentistes, inclús anarquistes, el que és còmic, el text de Lenin de 1916 “La revolució socialista i el dret dels pobles a disposar d’ells mateixos” [2]. Però hi ha una precisió important que fa Lenin quant a la diferència entre disposar d’aquest dret i exercir-lo.

« El dret de les nacions a disposar de sí mateixes significa exclusivament el seu dret a la independència política, a la lliure separació política de la nació que les oprimeix. Concretament, aquesta reivindicació de la democràcia política significa la completa llibertat de propaganda a favor de la separació i la solució d’aquest problema per la via d’un referèndum al sí de la nació que se separa. Així, aquesta reivindicació no té en absolut el mateix sentit que el de la separació, del trossejament, de la formació de petits estats. Ella no és més que l’expressió conseqüent de la lluita contra tota opressió nacional. Quant més proper a la llibertat completa de separació sigui el regim democràtic d’un estat, més rares i febles seran, a la pràctica, les tendències a la separació, doncs els avantatges dels grans estats, des del punt de vista tan del progrés econòmic com dels interessos de la massa són indubtables, i augmenten contínuament amb el desenvolupament del capitalisme. Reconèixer el dret d’autodeterminació no equival a reconèixer el principi de la federació. Es pot ésser un adversari resolt d’aquest principi i partidari del centralisme democràtic, però preferir la federació a la desigualtat nacional, com a única vía que mena al centralisme democràtic integral. Es precisament des d’aquest punt de vista que Marx, tot i essent centralista, prefería la federació d’Irlanda amb Anglaterra a la subjecció forçada d’Irlanda pels anglesos” (subratllat per nosaltres)

Lenin lliga explícitament aquest dret a l’ampliació de la democràcia dins de l’estat, cosa que no va comprendre en absolut Rosa Luxemburg en la seva avaluació de la qüestió nacional. No es tracta doncs d’una qüestió abstracta, desconnectada de la lluita general per conquerir el “terreny de lluita” favorable al proletariat, sinó d’afavorir les millors opcions per llevar els obstacles a l’expressió de la seva autonomia de classe. Des d’aquest punt de vista, la creació d’un nou estat català constitueix una regressió pel proletariat de Catalunya i d’Espanya, però el no reconeixement del dret a exercir-lo crea un abscés de fixació duradora sobre la qüestió nacional que és igual de perjudicial a la lluita de classes.

Avui en dia, en tot el mon, el proletariat no disposa de cap expressió política autònoma. A tot arreu és a remolc dels partits burgesos o petit burgesos en sentit ample. Això no impedeix que una situació com la de Catalunya avui en dia, en ple cor d’Europa, no pugui resoldre’s a cop de cites de Rosa Luxemburg i de “ni-ni”. El record necessari de la posició internacionalista no es pot resumir en un vot pietós creuat d’indiferentisme. Es vulgui o no les “qüestions” catalana, flamenca o escocesa continuaran enverinant el clima polític i social, tan si provenen de reivindicacions legítimes com de càlculs més o menys pertinents de la burgesia europea per resoldre les qüestions derivades de la competència entre estats rivals.

En l’absolut, aquests nous estats podrien ser econòmicament viables. La major part de les vegades, les reivindicacions independentistes (Catalunya, País basc, Escòcia, Flandes belga,…[3]) emanen de regions que figuren entre les més riques de llurs països respectius o disposen d’una renda associada a la producció de primeres matèries capaç d’afavorir l’acumulació del capital i d’assegurar les despeses degudes a l’estat, com el petroli en el cas d’Escòcia. No obstant, no es pot considerar la seva economia com una simple substracció del conjunt nacional al qual aquestes regions pertanyen. Les interrelacions amb les altres regions, els estats centrals i el conjunt que constitueix la Comunitat Europea, juguen un paper fonamental en la seva posició relativament més avantatjosa.


[1] Pertanyen a la unió europea i a la zona euro : Txèquia, Eslovàquia, Eslovènia, Letònia, Lituània, Estònia. Alemanya es va reunificar amb la seva part oriental. Montenegro, candidat a la Unió europea, va adoptar l’euro unilateralment. Croàcia s’ha adherit a la Unió europea. Montenegro, Bòsnia-Herzegovina, Macedònia i Sèrbia són candidates a l’adhesió. Ucraïna i Moldàvia són potencials candidats però fan tractes amb Rússia.

[2] https://www.marxists.org/francais/lenin/works/1916/01/19160100.htm

[3] El cas d’Itàlia del Nord és diferent.


SUMARI

  1. La qüestió nacional a Europa.. 3
  2. El projecte d’independència de Catalunya. 6
  3. Els partits en presència.. 10
  4. Per una posició autònoma del proletariat.. 13

El marxismo y la revolución industrial

Hemos editado en castellano nuestro libro sobre marxismo y revolución industrial.

El texto se puede leer aqui : La revolucion industrial   , o en nuestro sitio web : www.robingoodfellow.info

INTRODUCCION.

«En la sección del “Capital”, libro I, destinada a la gran industria, Marx dedica un capítulo al “Desarrollo de las máquinas y de la producción mecánica”.

Él comienza por recordar el punto fundamental del comunismo revolucionario: todo progreso de la fuerza productiva del trabajo es un progreso en la explotación de la fuerza de trabajo proletaria y en el refinamiento de esta explotación. Por consiguiente “el desarrollo del empleo capitalista de las máquinas” no es más que “un método particular para fabricar plusvalía relativa”.

Los cantores del progreso técnico deberán pues repasar; éste se vuelve directamente contra el proletariado. La representación que asocia el marxismo al culto del “progreso” es pues falaz. No debe deducirse de ello que Marx, no estando “por” el progreso técnico estaba “contra” él. Como siempre, el pensamiento de Marx es dialéctico. Si el maquinismo es sinónimo de desarrollo de la plusvalía relativa, sinónimo de crecimiento de la explotación de la fuerza de trabajo, sinónimo de valorización acrecentada del capital por el hecho del acrecentamiento del plusvalor, es al mismo tiempo portador, con el desarrollo ilimitado de la productividad que anuncia, de las bases materiales de una sociedad sin clases.

Es frecuente asociar economía y medicina. Al tratarse de cuerpos orgánicos, la comparación tiene su fundamento. De hecho, entre los economistas clásicos, parte de ellos eran médicos (Petty, Quesnay,…). Si los economistas son los médicos del capitalismo, divididos en dos grandes escuelas; una que recomienda las sangrías y los enemas mientras que la otra contempla la administración de productos sicotrópicos, dopantes y euforizantes, Marx debe ser visto como un forense. Él no practica la biología del capital sino su necrología. Es situándose en el punto de vista de la sociedad futura que el cuerpo es disecado. Ésta es presente en negativo a lo largo de toda su obra. El punto de vista científico y el punto de vista revolucionario no son separables completamente. Ni economista, ni filósofo, ni sociólogo, Marx es comunista: o sea, crítico de las representaciones teóricas de las clases dominantes y actor de su derribo revolucionario.

El concepto de “revolución industrial” es parte integrante del marxismo. Por consiguiente, lo que define esta “primera” revolución industrial, suponiendo que haya habido otras, es la emergencia de la máquina.

“Hay pues que estudiar como el medio de trabajo se ha transformado de herramienta en máquina, y por lo mismo, definir la diferencia que existe entre la máquina y el instrumento manual” (Marx, Capital L.I)

Por cierto, Marx nos advierte en seguida que no se puede esperar una definición cerrada, abstracta, de la máquina. Tal tentativa, propia del modo de pensar metafísico, que imagina que es posible clasificar la realidad a priori, sería condenada al fracaso.

De entrada, como hemos visto, este progreso se vuelve contra el proletariado, del cual se trata de extraer el máximo de plusvalía. Al mismo tiempo, por todo un conjunto de razones que no expondremos aquí, el modo de producción capitalista es conducido a frenar este mismo progreso técnico, a limitar su potencial, a extraviar sus posibilidades y a derrochar las fuerzas productivas. Desde este punto de vista, la máquina es inocente de los males que conlleva; la causa de ellos es su uso capitalista.»

La previsión de la crisis de sobreproducción

En nuestro libro [1], a partir de los datos disponibles cuando se publicó, el cálculo para el ciclo en curso apuntaba al año 2019 como punto de partida de la ola de aceleración. Como la media del advenimiento de una crisis es de tres a cuatro trimestres después del inicio de una ola de aceleración (con una desviación tipo de dos trimestres), la crisis general (mundial) de sobreproducción estaba prevista hacia 2019-2020. Como explicamos en el libro, una de las principales dificultades de esta previsión es la revisión incesante de los datos y el retraso en la obtención de estos datos estabilizados. Los nuevos datos disponibles han modificado fuertemente la previsión. En adelante la situamos en 2017-2018 con una mayor probabilidad para 2017.

[1] Aparecido en junio de 2016, en francés, con el título : « Le cycle des crises aux Etats-Unis depuis 1929. Essai de systématisation de la conjoncture », Ed. L’Harmattan, 367 p.

LEER EL TEXTO COMPLETO : prevision-crisis

Sobre Cuba

A principios del siglo 20, la Revolución de Octubre en Rusia abrió el curso hacia una auténtica revolución proletaria. Sin embargo, en la década de 1920, ésta degeneró en una revolución burguesa. Y el papel histórico de la contra-revolución estaliniana y de la burocracia fue de forzar el proceso de acumulación de capital en esta área del planeta. De este modo, devino en un apéndice de la burguesía mundial, cuya función fue preparar la aparición de una burguesía nacional.

Ahí donde la burguesía, como clase, no pudo asumir un papel revolucionario, debido a sus compromisos con las clases del antiguo régimen (o con las burguesías extranjeras por lo que respecta a las revoluciones anticoloniales o antiimperialista); y debido a la debilidad numérica de la burguesía, y con ella la de la pequeña burguesía urbana, y por miedo a la clase proletaria, otras clases asumieron este papel revolucionario. Por lo que estas revoluciones son llamadas burguesas en el sentido de que no rebasan los límites del sistema capitalista mismo, y además éstas se realizan aún contra de la propia burguesía.

A partir de entonces, las revoluciones que se realizan bajo la máscara del falso comunismo estalinista en China, en Cuba, y en África, fueron revoluciones burguesas, que movilizaron sobre todo al campesinado, a la pequeña burguesía urbana y al proletariado bajo la bandera del anticolonialismo y el antiimperialismo. De este proceso emergieron regímenes, que en sentido estricto no son socialistas, dado que en su seno se desarrolló el dinero, el trabajo asalariado, el intercambio de mercancías, la división del trabajo y la explotación del proletariado, (y donde la explotación la realizan empresas propiedad del Estado en lugar de capitalistas privados, lo que en esencia no modifica nada). Una vez más, la acumulación de capital realizada de un modo bonapartista permitió la emergencia de una clase capitalista preparada para asumir las normas flexibles del mercado, y que en el plan político es capaz de asumir la perspectiva de una revolución democrática; ya que la República democrática es un régimen que permite a la burguesía en su conjunto gobernar y constituye el terreno indispensable para la victoria del proletariado.

En el caso de Cuba, que tenemos una revolución burguesa nacional, que libero al país de una camarilla subordinada a los Estados Unidos, y que, dadas las dificultades y los obstáculos para el desarrollo de la acumulación de capital (cuyo precio recayó sobre el proletariado y las clases más pobres), el país se subordino al imperialismo «soviético». E hizo su contribución a los mitos «revolucionarios» y al oscurecimiento y la falsificación del verdadero programa comunista, revolucionario e internacionalista. Los pequeñoburgués desclasados, aventureros como Guevara o Castro no pertenecen al comunismo revolucionario. Para fomentar la acumulación de capital y los privilegios de la burocracia, la explotación, la represión y la reglamentación del proletariado, Castro no ha dudado en promover el tráfico de drogas y la prostitución, y no retrocedió ante la perspectiva desencadenar una tercera guerra mundial.

En Cuba, como en todas partes, para liberarse de sus cadenas el proletariado no tendrá más remedio que luchar por su libertad, y asegurar su independencia de clase y de su Partido, para tomar el poder político y establecer su propia dictadura revolucionaria, a fin de orientarse hacia una verdadera sociedad sin clases sociales.

1976-2016, una mirada sobre los 40 años transcurridos

En noviembre de 1976, editamos el primer número de la revista “Communisme ou Civilisation” (en adelante CouC). Contenía un texto de 22 páginas titulado, precisamente, “Communisme ou Civilisation” y 19 páginas de “tesis complementarias al nº6 de Invariance (1969)” [1].

El pequeño núcleo que publicó esta revista (y que constituye esencialmente nuestro actual órgano colectivo Robin Goodfellow) lo hizo al salir de un paso relativamente breve por el Groupe Communiste Mondial, en 1975, que abandonó rápidamente a la vista del carácter falaz de este grupo, que pretendía situarse en la línea del proyecto de retorno a Marx de Invariance, y en realidad no hacía más que, en el peor  ambiente de secta, anunciar fórmulas y letanías, en una caricatura de invariancia del marxismo que era su total osificación.

Desde el primer número, este pequeño núcleo tomó un tenor internacional, pues camaradas brasileños encontrados en París organizaron, a su regreso, y aún bajo la dictadura de los generales, un pequeño círculo de estudios del Capital de Marx, una parte del cual se agregó a Couc. Incluso a la escala microscópica que aún hoy es la nuestra, el trabajo de restauración programática se efectuaba a una escala internacional, en especial en los países de lengua latina (España, Brasil, Francia, más tarde México), pero también en Alemania (del Oeste, en la época).

Además, la fecha de 1976 marcaba igualmente un vuelco decisivo en la historia de la izquierda comunista llamada italiana y en especial del PCI-programa comunista, que lo había apostado todo por una “crisis catastrófica” prevista en 1975, que debía abrir la perspectiva “guerra o revolución”. Naturalmente, no hubo nada de esto y, lejos de extraer las conclusiones sobre la necesidad de un trabajo de retorno teórico al análisis de los ciclos y de las crisis, apoyándose sobre los textos de Marx y Engels, el PCI se hundió en su propia crisis, que concluyó en su fragmentación en 1982. Igualmente, el fracaso de la primera parte de la previsión de la izquierda comunista, relativa a la crisis de entreguerras, prevista para 1965, engendró la escisión de 1966, que a su vez dio lugar a dos revistas distintas (Invariance et Le fil du temps).

[1] Todos estos textos están disponibles en nuestra web www.robingoodfellow.info, en la rúbrica « Archivos ».

LEER EL DOCUMENTO COMPLETO (PDF) : 40ansesp